Porto de Sanabria tiene «mucha miga»

La localidad celebra su cuarto Concurso de Muelas Miga, un plato típico de la dieta de los pastores

La IV edición del Concurso de Migas Muela de Porto premió a los aprendices de este plato tradicional. Así el jurado galardonó con el primer puesto a una de las alumnas, Raquel Carracedo, y en segundo lugar a Sergio Juarró, otro de los alumnos del taller del veterano Miguel Tomás Bruña. En tercer lugar se clasificó Sole Alonso de un total de 17 «cocineros» de migas tradicionales de pastor.

Los fuegos, a leña y gas, se ponían en marcha a las doce de la mañana con una Raquel que junto a sus compañeras de parrilla se echaba unos bailes salseros, sin saber que reinaría en el baile final y se vestiría la chaquetilla firmada por tres chefs de la asociación Mujeres en Gastronomía, MEG, que entregaba Isabel Muela, promotora del concurso. Esa chaquetilla lleva las firmas de siete Estrellas Michelín, que suman María José San Román (España), María Marte (República Dominicana) y Nieves Barragán (Londres).

Raquel Carracedo recoge su premio. | A. S.

Raquel Carracedo recoge su premio. | A. S. / Araceli Saavedra

Isabel Muela destacaba la alta participación a raíz del taller de preparación de migas en el que participaron una treintena de personas. Y la veteranía y los debutantes se pusieron manos al pan. Dos panes aceite y ajo regalo de Balazote, en Albacete, sal y agua y mucha mañana para dar el toque.

Karla Dubón prepara una cazuela de migas muela. | Araceli Saavedra

Karla Dubón prepara una cazuela de migas muela. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

Entre los veteranos de estas cuatro ediciones Antonio Rodríguez Tomás cortaba el pan minúsculo y daba consejos a sus convecinos de caldero, Sergio Juarrós Carracedo y Carlos Fernández Álvarez, consejos acertados que bien supusieron un segundo puesto. «Como no se queme bien el aceite, las migas saben a aceite y repiten». Y cada cocinero tiene su recetario y Antonio reconocía que ningunas migas saben igual, a la maña está el gusto y el paladar de quien las come. De una punta a otra de fila de cocineros «ninguna sabe igual».

Pan cortado para la elaboración de migas. | A. S.

Pan cortado para la elaboración de migas. | A. S. / Araceli Saavedra

Sole Alonso fue de las principiantes en la primera edición que sin saber cocinarlas «me dijeron que me presentara porque no había ninguna mujer. Y me fue bien porque no se me quemaron». Y quien prueba con el caldero, repite. Reconocía que es muy difícil competir con los veteranos, que «son pastores de toda la vida». Su satisfacción, pese a no ganar, «cocinar para todo el mundo».

GALERÍA | Concurso de "migas muela" en Porto de Sanabria

GALERÍA | Concurso de "migas muela" en Porto de Sanabria / Araceli Saavedra

El secreto está en el agua y en el ajo, y un pizca de sal en el aceite. Y si son pocas las migas «pues uno o dos litros de leche y migas canas», dice un experimentado Miguel que «voy por libre». Decidió preparar tres panes de harina candeal para la degustación del vecindario.

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