La “Charly” recluta jóvenes bomberos en Sanabria

Codesal ha abierto su 36 Semana Cultural con una demostración para vecinos y veraneantes de los efectivos de extinción de incendios de la Junta de Castilla y León con base en el centro Forestal de Villardeciervos.

Ante un numeroso grupo de niños, el Agente Medio Ambiental Jorge López Saa, el conductor de la autobomba "Charlie 7" Luis Moreno LLorena y el peón bombero Omar Alonso Lorenzo repasaron la lección de material de extinción, autoprotección y manejo de mangueras.

Jorge López abrió la presentación con una explicación de los diferentes tipos de herramienta manual que se emplean para sofocar un incendio, desde batefuegos, palas, azadas, hasta el uso de fuego contra el propio fuego. Apoyados en caminos, vías forestales o carreteras, esta técnica el contrafuego consiste en quemar la vegetación en zonas de seguridad para frenar el avance de un incendio forestal, para ello se emplean antorchas de goteo.

Similar a una bombona consta de un depósito homologado y una válvula antiretorno –por la que preguntaron los niños- para evitar que se prenda el depósito del combustible. Según los tipos de suelo son más efectivas unas herramientas que otras, como el caso de los rastrillos para tierras sueltas. Las mangueras son fundamentales en las operaciones de extinción.

Luis Moreno hizo una demostración del sistema de autoprotección del camión autobomba conocido en el argot profesional como "Charly 7" de Villardeciervos, que permite, por un lado, proteger al propio vehículo en caso de verse rodeado de fuego, y por otro, protección para el personal que trabaja con los vehículos.

Este dispositivo inyecta agua a las ruedas, la parte principal que hay que proteger para no dejar inmovilizado el vehículo, además de inyectar agua a los laterales del vehículo y todas las zonas sensibles del vehículo. Los vehículos de capacidad media llevan de 2.000 y 5.000 litros y los más pesados superan los 5.000.

Son vehículos que trabajan con agua a alta presión, hasta 4 atmósferas, es decir, pueden levantar una columna de agua de 400 metros. Y una prueba de ir metiendo progresivamente presión fue la que experimentaron los adultos que asistieron a la exhibición. Hasta cuatro y cinco personas demostraron que no es fácil sujetar la manguera, aunque alguno está más preparado que otros.

Una prueba dura que no tuvieron que superar los niños de Codesal, que aprovecharon la oportunidad de manejar la manguera y el pitón con diferentes aperturas de chorro lineal y abriendo un abanico. Y ese abanico que suena a entretenimiento y que permitió a los niños refrescarse en una tarde de calor, es una forma de autoprotección en los incendios para el personal que se encuentra detrás de la manguera y que abre un abanico con un ángulo de 90 grados que "empapa" a los mangueristas en caso de emergencia. Toda una lección teórica y práctica.

Destacar que durante todo el ejercicio, los aprendices de todas las edades estuvieron muy antentos, y con igual atención los tres profesionales estuvieron pendientes de la emisora desde Codesal.

Y la tarde se remató con un concurso de tortillas, cerca de 40 platos se desplegaron en las mesas de la Era, para la degustación y puntuación de los codesalinos.

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