Vecinos de Cerezal, Villaflor y Ricobayo se organizan contra el nuevo parque eólico

Advierten del impacto que tendrían los seis aerogeneradores sobre el alcornocal y especies protegidas como el águila perdicera

Zona de Cerezal donde se instalarán algunos de los aerogeneradores. Al fondo, el pueblo.

Zona de Cerezal donde se instalarán algunos de los aerogeneradores. Al fondo, el pueblo. / J. A.

A. B.

Vecinos de Cerezal, Ricobayo y Villaflor –anejos de Muelas del Pan– han celebrado una primera asamblea para organizarse en contra de la ampliación del parque eólico Valdelanave, con la instalación de seis nuevos aerogeneradores –de mayor tamaño que los actuales de Valdelanave I–, cuatro de ellos en el término de Cerezal y dos en suelo de Ricobayo.

Los nuevos aerogeneradores se ubicarán desde el paraje conocido como Sierra Gorda hasta las Mayadinas, y los vecinos que han creado este movimiento de oposición alertan de que esta zona que ocupará Valdelanave II "es colindante con uno de los mejores alcornocales de España, y con la Sierrica, otra zona de frondosos alcornoques".

Por eso, les preocupa el impacto de la contaminación acústica de los aerogeneradores sobre la fauna que puebla los alcornocales, "especialmente el águila perdicera", pero también otras especies como el lobo ibérico, el ciervo, el corzo o el jabalí.

En la zona de la Laderona, donde se ubicará uno de los aerogeneradores se encuentra un arroyo que este grupo de vecinos considera "un lugar emblemático de huertas de casi todos los vecinos del pueblo", pero los propietarios de parcelas en esta zona "hemos recibido una carta donde se nos avisa que las líneas de evacuación atraviesan" estas huertas, tal y como informa su portavoz, Jacinta Andrés.

Asimismo, recuerdan que en la ladera del arroyo ha una ruta de senderismo para visitar los molinos de piedra, con los que antiguamente se fabricaba la harina, recientemente restaurados.

Pero lo que más preocupa a estos vecinos de Cerezal y Villaflor es el impacto acústico de los nuevos generadores, dado su tamaño, y especialmente que dos de ellos "se pretenden instalar a menos de 1.000 metros del núcleo urbano de Cerezal". Esto supone que, si la declaración de impacto ambiental es favorable a la empresa, "los vecinos de Cerezal soportarían ruidos y consecuencias para la salud muy negativos".

Proyecto fotovoltaico en Cerezal

Valdelanave II no es el único proyecto de renovables en ciernes en el municipio de Muelas del Pan, también se han presentado varios de parques fotovoltaicos. En este caso, el grupo de vecinos critica el cambio de categoría de suelo rústico a industrial, al sur del casco urbano de Cerezal, "sin consultar con los vecinos ni los propietarios" de las fincas afectadas , recuerda Andrés. Asimismo, se preguntan si habrá medidas de seguridad parra impedir que los productos químicos empleados en el lavado de las placas contaminen los arroyos.

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