Venialbo: tres quintadas rinden cuentas al gallo

Mozos y mozas protagonizan los actos del fin de semana y llevan en andas a la Virgen durante la procesión

Fiesta de los quintos en Venialbo

Fiesta de los quintos en Venialbo / J. V.

I. G.

Después de dos años privados de la tradición debido a las restricciones impuestas por la pandemia, los quintos de Venialbo recuperan su fiesta con una concurrencia poco habitual para los tiempos que corren. 

Tres quintadas unidas para rendir cuentas ante el gallo: Laura, Lucía, Itziar, Juan, Francisco, Fernando, Doru, Jaime, Dragomir, Claudia, Omar, Alberto, Alda, Carlos y Sheila. No estaban todos los que son, los estudios o problemas de desplazamientos han impedido la participación de todos los mozos y mozas de Venialbo, que sí se reúnen en San Roque. 

Los que estaban se han encargado de perpetuar la tradición de las fiesta de las Candelas, aplazada a este fin de semana para no coincidir con otra celebración emblemática como es la de las Águedas. 

Los festejos comenzaron el viernes con la cena y macrodiscoteca, para continuar el sábado con la tradicional comida en el monte y la cena de quintos con sus familias. Y de nuevo cierre con verbena. 

Hoy domingo, la fiesta de los quintos en Venialbo está marcada por dos actos centrales. Por la mañana la misa en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con la procesión de la Virgen portada por los jóvenes. Al final de la celebración tuvo lugar la suelta de palomas a las puertas del templo. 

Y por la tarde las coplas al gallo representan la escena más genuina de la fiesta, con los quintos a lomos de los caballos, vestidos de militares y rindiendo cuentas ante el ave, vivo y enjaulado.