El Consejo de Cuentas advierte de “falta de coordinación” en la gestión de los Next Generation en Castilla y León

Amilivia considera necesaria una “mayor formación” del personal asignado a la gestión de estos fondos y valora que diputaciones y ayuntamientos de las capitales cuenten con un plan antifraude

El presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, presenta ante la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes los informes ‘Fiscalización del cumplimiento de la obligación de implantar un plan de medidas antifraude en la Junta de Castilla y León como consecuencia de la normativa del fondo de recuperación, transformación y resiliencia, ejercicio 2022’

El presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, presenta ante la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes los informes ‘Fiscalización del cumplimiento de la obligación de implantar un plan de medidas antifraude en la Junta de Castilla y León como consecuencia de la normativa del fondo de recuperación, transformación y resiliencia, ejercicio 2022’ / Rubén Cacho - Ical

Ical

El presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, advirtió hoy que existe una “falta de coordinación” entre los diferentes estamentos de la Junta de Castilla y León para la gestión de los fondos Next Generation en la Comunidad, por lo que reclamó establecer una base de datos centralizada para una mayor transparencia, así como “mayor formación” para el personal asignado a la gestión de estas subvenciones.

Así lo hizo saber durante su intervención en la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes de hoy, recogida por Ical, en la que presentó los informes sobre el cumplimiento de la obligación de implantar un plan de medidas antifraude, tanto por parte de la Junta como de 27 ayuntamientos de Castilla y León, ligado al Fondo de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la UE para aplacar los efectos económicos de la pandemia.

En el caso del informe sobre la Junta, el periodo de estudio se extiende entre el 1 de enero de 2021 y el 31 de mayo de 2022, motivo por el que Amilivia señaló que, dado que la comunidad “aún no disponía de margen de reacción para la corrección de aquellas cuestiones que contribuyeran a una mejora de la gestión del mecanismo”, la auditoría se plantea como “sistema de alerta temprana para detectar las oportunidades de mejora al inicio de la implementación del plan”.

En ese proceso, el presidente del Consejo de Cuentas, aseguró que “durante la fiscalización, se percibió un impulso en el proceso de implementación de algunas de las medidas analizadas” y que, incluso, con posterioridad “se han seguido produciendo progresos”, lo que le llevó a afirmar que “las entidades responsables fueron evolucionando y mejorando”.

Las conclusiones

No obstante, y dentro de las 48 conclusiones elaboradas por el Consejo de Cuentas, Amilivia reconoció que la Junta no contaba con “un instrumento único y formal de planificación estratégica” para gestionar los subproyectos asignados por una cuantía de 1.655 millones de euros para la Comunidad, y que tampoco “había uniformidad en la elaboración de la planificación estratégica de las subvenciones” ni en la elaboración de los planes anuales de contratación.

Toda la información, sostuvo Amilivia, se canalizó “principalmente a través del portal web” y dividido por Consejerías y no desde un punto de vista unitario, como tampoco constaban “instrucciones, orientaciones o guías” para el personal de la Junta desplegado para la gestión de estos fondos, que ascendía, a 31 de mayo de 2022, a 537 empleados de los que el 15 por ciento correspondía a nuevas incorporaciones.

Esa “falta de coordinación” que apuntó Amilivia también se produjo en las pruebas de autoevaluación de la gestión de los fondos, con la única excepción de la Gerencia de Servicios Sociales que realizó “un análisis exhaustivo de los riesgos detectados”. Pese a ello, el presidente del Consejo de Cuentas sí confirmó que existe un código en cada proyecto que lo vincula directamente con su fuente de financiación y permite “realizar un seguimiento de los fondos procedentes del mecanismo”.

Ante esta situación, el Consejo de Cuentas recomendó desarrollar una base de datos centralizada, la inclusión de la adecuada gestión de los fondos en los planes de formación del personal de las Consejerías así como una evaluación de las necesidades de personal, y la creación de unidades especializadas para la gestión de estos fondos.