"El Abuelo" repite un año más como el primer "pingüino"

Este alicantino afincado en Madrid acampa desde el sábado en la Antigua Hípica Militar que acogerá la concentración del 12 al 15 de enero

"El Abuelo", a bordo de su "Dimaquineta", en la Antigua Hípica Militar, escenario de Pingüinos.

"El Abuelo", a bordo de su "Dimaquineta", en la Antigua Hípica Militar, escenario de Pingüinos. / Europa Press

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"La convivencia fuera debería ser como la de aquí dentro", es la sentencia con la que José Miguel Dilla, conocido como "El Abuelo", sintetiza la experiencia "pingüinera" en la que un año más repite como el primer motero que monta su tienda de campaña en la Antigua Hípica Militar de Valladolid.

Dilla llegó el pasado sábado al recinto en el que del 12 al 15 de enero se celebrará una nueva edición de la concentración motera Pingüinos, la más numerosa de las que se organizan en invierno en el continente europeo y que este año, con cuatro décadas a su espalda, recupera la normalidad tras una edición de 2022 marcada todavía por la pandemia.

Sobre esto, admite que "todavía" tiene "un poquito de respeto" tras todo lo vivido, pero se felicita por haber recuperado "la normalidad" tras un año pasado "muy especial" en el que pudieron regresar tras no poderse celebrar la concentración en 2021.

"El Abuelo", de 72 años, ha llegado antes incluso de lo que acostumbrara otros años a lomos de su "Dimaquineta", una motocicleta de tres ruedas roja que se ha convertido en un clásico entre las miles de motos que cada año se reúnen en esta concentración.

"Te puedo garantizar que todo el que puede, viene antes", defiende Dilla, quien asume que "no todo el mundo puede" y se reconoce un "privilegiado" por la mayor libertad que su condición de jubilado le brinda para acudir más días a Pingüinos.

En declaraciones ha subrayado el "cariño" y el "respeto" con el que Valladolid recibe, edición tras edición, a sus 'pingüinos', sentimientos recíprocos de los moteros hacia la ciudad, a la que viajan a pesar del frío y la meteorología, muchas veces adversa, para compartir "espacio, tiempo y, lo más importante, amistad".

Valladolid, "algo especial"

"Aquí en Valladolid es algo especial siempre, sin conocerlas, siempre hay personas que se brindan a ofrecerte lo que necesites, a ayudarte, en muchos lugares eso no se ve", recalca este alicantino afincado en Arganda del Rey (Madrid).

Tras desmentir que la vida en Pingüinos sea "un desmadre" como "creen desde fuera", "El Abuelo" ensalza la "camaradería" y la "ayuda" que preside la convivencia de los moteros". "Es fabuloso, todo lo que te diga es poco", recalca el motero, quien ya ha instalado en la Antigua Hípica Militar su tienda de campaña con calefacción y placas solares incluidas.

"Vas teniendo tu plaquita solar para tener luz, tu hornillo para calentar tu café...", explica Dilla respecto a la evolución que ha experimentado su participación en la concentración, variaciones escasas que él circunscribe más a los propios moteros, como es su caso, pues en estos años ha cambiado la moto convencional con la que llegó por vez primera a su llamativa "Dimaquineta" actual.

Sobre las inclemencias meteorológicas que deben enfrentar los "pingüinos", José Miguel Dilla advierte de que llevan unas cuantas ediciones "un poquito light" y reconoce que, aunque el viento "incordia bastante" y de hecho las fuertes rachas del domingo llegaron a volcarle la carpa que cobija su vehículo, es la lluvia lo que más molesta a los moteros que participan en la concentración.