Sociedad

El CEAS de Benavente busca vivienda para una mujer de 86 años amenazada de "desahucio"

La propiedad le ha pedido que abandone estos días el piso que ocupa en alquiler y no ha encontrado ningún inmueble al que poder mudarse

Bloque de pisos en el que reside la mujer a la que la propiedad le ha pedido que se vaya.

Bloque de pisos en el que reside la mujer a la que la propiedad le ha pedido que se vaya. / J. A. G.

J. A. G.

Funcionarias del Centro de Acción Social (CEAS) de la Diputación de Zamora buscan desde la semana pasada una vivienda para una mujer de 86 años de edad sobre la que pesa una amenaza de desahucio por parte de la propiedad en base a un documento que firmó la arrendataria comprometiéndose a dejar la vivienda que le había alquilado.

Aunque la justicia no ha intervenido ni hay ningún procedimiento de lanzamiento instado por la propiedad y el CEAS ha explicado a la mujer que no tiene por qué abandonar la vivienda alquilada, la mujer ha decidido irse para evitar "que me hagan la vida imposible".

Residente en Benavente desde hace años, aunque de ascendencia francesa, la mujer paga una renta mensual de unos 350 euros, según ha podido saber este periódico gracias a una exigua pensión concedida por el país vecino.

Un anuncio con un precio mayor

Según su relato de la situación por la que está pasando, firmó un documento comprometiéndose con la propiedad a abandonar la vivienda en estos días. Poco después se encontró con un anuncio de la propiedad en el que se alquilaba la vivienda que ocupaba con un precio de 450 euros. En las últimas semanas, sus intentos por encontrar otro piso en alquiler al que mudarse han resultado infructuosos.

Sin familia en Benavente y con la única compañía de dos perros, ha pedido ayuda a conocidos de la ciudad que telefonearon al Centro de Acción Social para tratar de encontrar alguna solución habitacional que impida que la mujer se quede en la calle sin ningún sitio al que ir ni techo bajo el que cobijarse.

Hace apenas diez días, un suceso accidental vino a complicar su situación. Dejó una cazuela en el fuego que se quemó provocando una fuerte humareda y olor a quemado en el bloque de viviendas. Los vecinos telefonearon a la Policía quejándose. Los agentes tuvieron que intervenir.

Hasta el momento no ha trascendido si los servicios sociales de la Diputación han encontrado una vivienda o un alojamiento para la mujer que la evite quedarse en la calle con sus pertenencias y con sus dos pequeños perros.

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