Las cepas de Zamora, a la espera del calor

Algunas de las viñas emplazadas en el corazón de la DO Tierra del Vino reportan pérdidas de hasta el 100%

Viñedo arrasado por el último frío de abril en Tierra del Vino. | DO T. V.

Viñedo arrasado por el último frío de abril en Tierra del Vino. | DO T. V. / Irene Barahona

La Denominación de Origen Tierra del Vino aún se recupera, dos semanas después, de los estragos que las últimas heladas de abril han causado en las viñas de la DO, donde algunos viticultores han reportado daños de hasta el 100% en viñedos que siguen sin rebrotar a pesar de los primeros días templados que ha traído mayo.

"Yo no lo he conocido, pero mi padre habla de que un año que heló, muchas cepas se secaron", explica el viticultor profesional Manuel Mangas sobre algo que no se veía en los pueblos de Tierra del Vino desde los años setenta. Este profesional cuenta con 20 hectáreas de viña esparcidas entre Villanueva del Campeán, Corrales del Vino y El Perdigón, donde las heladas han dejado estampas "raras". Este agricultor, que vive íntegramente de sus cepas y sus cultivos de cereal, no solo afronta la pérdida de casi la totalidad de la cosecha de uva de este año, sino que también teme por la supervivencia de sus cepas, que podrían tener daños profundos que duren años o incluso, en el peor de los casos, su pérdida para siempre, ya que podrían haberse secado por el frío llegado a destiempo: Mangas teme tanto por la viña centenaria de la familia como por la joven de malvasía que plantó hace tan solo dos años.

Durante las noches del 22 al 23 y del 23 al 24 de abril, los pueblos de Tierra del Vino consiguieron escapar del hielo y las temperaturas negativas en los termómetros. Eso no impidió que las viñas sufriesen los estragos de una sensación térmica de menos cuatro o menos cinco grados centígrados. "Los bajos y las vaguadas han sido las más afectadas, estamos viendo cosas muy raras, muy feas", explica este agricultor que trabaja tempranillo, y malvasía y que, a falta de que llegue el peritaje del seguro, estima pérdidas generales de entre el 70% y el 80% en todas sus viñas. En total, el viticultor, socio de la cooperativa El Soto, calcula que ha perdido 100.000 kilos de uva.

Cepa quemada por el frío en el corazón de la denominación. | M. M.

Cepa quemada por el frío en el corazón de la denominación. | M. M. / Irene Barahona

En condiciones normales, tras una época de frío, la viña, aunque ya sin uva, "habría vuelto a brotar". Lejos de esta estampa, las cepas parecen haber "encogido", señala, con la esperanza de que estos días de calor venideros puedan ayudar a las plantas a revitalizar. "Que entienda la sociedad lo difícil que es esta profesión, porque en una noche todo se esfuma", reflexiona Mangas sobre las cepas de más de cien años cuyos sarmientos aún permanecen quemados y sin atisbos de vida.

Desde la DO Tierra del Vino, los datos señalan que el frío no ha azotado por igual, con resultados muy desiguales en cada una de las zonas, según habrían reportado los viticultores. "En zonas altas como Villamor los daños han sido mucho menores", explica el gerente del organismo, José Manuel Braña, sobre una helada que no ha sido heterogénea y que ha castigado especialmente a las viñas bajas que se sitúan en el corazón de la denominación, como Villanueva de Campeán.

Aunque aún es pronto para medir los daños que las últimas heladas han propiciado en la DO Tierra del Vino, la cifra podría estar en torno a un 30% de toda la producción.

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