La zamorana Tuconsa inicia el proceso de liquidación de la empresa al no poder salir a flote después de presentar un concurso de acreedores voluntario que su gerente, Gonzalo Julián, no ha podido levantar a pesar de «luchar hasta el final». Esta circunstancia deja en la calle a 47 trabajadores, una treintena de ellos, zamoranos, e impide a la adjudicataria seguir adelante con los trabajos del Área de Rehabilitación Integral de Los Bloques, pese a ser su «prioridad». Según las previsiones del gerente, todo apunta a que Tuconsa ceda el contrato a otra empresa para sacar adelante las obras y evitar así una ralentización mayor de los trabajos. La cesión es la fórmula «menos traumática para todos», admite Gonzalo Julián, que presentó durante la mañana de ayer la petición de liquidación en el juzgado.

El responsable de la empresa se compromete a «seguir colaborando en la medida de lo posible en las obras del ARI para minimizar las consecuencias», además de dar por hecho que «los trabajos abiertos se van a concluir y las medidas de seguridad se extremarán».

La decisión fue comunicada ayer por el propio Gonzalo Julián tanto a los vecinos afectados como al Ayuntamiento a través del concejal responsable, Manuel Hernández.

En la misma línea que Gonzalo Julián, el concejal plantea que «lo lógico es ceder la obra y ahora es Tuconsa la que tiene que negociar con otra empresa la cesión en las mismas condiciones contratadas por la adjudicataria inicial». Según las previsiones, las conversaciones se iniciarán con las firmas que en su día se presentaron al concurso público -14 sociedades optaron a la adjudicación del ARI-, de modo que «ellos nos harán la propuesta y nosotros adjudicaremos a través de Junta de Gobierno Local», prevé Hernández.

En un principio, «estaba previsto que mandaran una carta para darles un plazo de diez días a las empresas para ponerse en contacto con ellos y, durante ese plazo, tomar la decisión», plantea Hernández con la esperanza de que el contratiempo no demore mucho más el ARI. El edil confía también en que la nueva situación no ponga en peligro la financiación del proyecto, si bien será necesario una nueva modificación de los cuadros de financiación para ajustar plazos.