Anda circulando por Internet, en blogs, foros y a través de correos, un mensaje más de lo muchos que existen en la Red dedicados a mostrar su indignación con la clase política española, responsable en definitiva de la situación que atraviesa el país y con el país los paisanos. Al movimiento y la movilización en la calle del 15M se han unido, en los últimos tiempos, una serie de actividades a través de la Red «on-line» con las que se pretende una toma de conciencia generalizada de que las cosas no pueden continuar por siempre así y que son precisas y urgentes tanto una democracia real ya como una regeneración democrática. Puede ser la voz de un pueblo que no se siente representado por sus políticos, y en cuanto a los resultados y pese a los oídos sordos del poder constituido a través de los partidos, algo se irá adelantando si la protesta y el malestar de la gente, de mucha gente, siguen haciéndose notar. El caso es que según informaciones, parece ser que de procedencia oficiosa, resulta que existen en España 455.568 políticos, que de forma directa o indirecta viven de la política, pagados con dinero público.

Es esa, justamente, la pregunta que desde hace mucho tiempo está en la mente de todos los españoles: pero ¿cuántos políticos, cuántas personas y familias viven en España de la política? Se estima, según cálculos, unos por encima y otros con los datos en la mano, que en efecto puede llegarse a esa enorme cantidad de gente, medio millón casi en un país de 47 millones, cobrando, unas más y otras menos, por su actividad política, o al servicio de la política. Es lo que se ha dado en llamar la otra burbuja, la burbuja política, que según muchos, es la que ha verdaderamente hundido el país cuando ha llegado la crisis. Junto con la burbuja inmobiliaria, las de las cajas de ahorro y alguna más.

El caso es que en España hay 8812 alcaldes, 65.896 concejales, 1031 diputados provinciales, 650 diputados y senadores, 1206 parlamentarios autonómicos y unos 150 responsables de cabildos y consejos insulares. O sea, casi 80.000 cargos electos y directos. Verdad es que no siendo en las grandes concentraciones urbanas, alcaldes y ediles de pequeños pueblos, la mayoría, apenas si ganan algo en dietas y poco más, aunque con notables excepciones en bastantes ocasiones. Pero es que además luego están se calcula que 200.000 o más metidos a dedo, como cargos de confianza, asesores, dirigentes de órganos de gestión y organismos internos, representaciones internacionales, empresas públicas y semipúblicas, consorcios, fundaciones y mancomunidades y por supuesto, cajas de ahorro.

Pero a su vez, esta gente va haciendo muchos nuevos nombramientos a sus órdenes en puestos cercanos o lejanos, casi siempre a base de conmilitones, parientes, amigos y enchufados de los sindicatos afines. Ya se sabe que no hay mejor oficina de colocación. Es la endogamia política, la nomenclatura, la tupida red, en fin, con la que se cuidan y protegen los intereses propios y sobre todo los de los propios partidos. O sea que, sí, que se cree que pueda haber ese casi medio millón de políticos. Serían unos 300.000 más que en Alemania, con 81 millones de habitantes. Se entiende el enfado de Merkel con España.