Vega de Tera reafirma su "no" a la planta de biogás

"No lo vamos a permitir", corearon ayer los vecinos concentrados en Vega de Tera para manifestarse por segunda vez en apenas dos meses contra la posibilidad de que la multinacional portuguesa Capwatt construya una planta de biogás en El Ramajal, una finca municipal con tres parcelas emplazada a unos 800 metros de Junquera.

Esta consigna puso punto y final a un largo manifiesto leído por Javier Benavente, que rechazó la actuación, criticó a la multinacional y cargó contra el equipo de Gobierno del PP de la alcaldesa Tamara Isabel Fuentes.

Benavente reclamó durante su lectura proyectos sostenibles, dudó de las cifras de inversión y empleo conocidas hasta el momento, y opuso a las supuestas bondades de la fábrica la necesidad de mejores servicios sociales y sanitarios para la zona, entre otros.

La protesta se desarrolló en un ambiente festivo y dentro de la más absoluta normalidad. Para ambientar su arranque sonó regularmente Bella Ciao con una letra crítica con la planta de biogás y la alcaldesa cantada por mujeres del pueblo sobre la música del himno de los partisanos italianos. Valle Ciao, repetía recurrentemente el estribillo de la conocida canción tras la sucesión de estrofas mordaces sobre el proyecto y el Gobierno municipal.

Los vecinos se fueron concentrando poco a poco alrededor del Ayuntamiento con pancartas, cartones y folios impresos con diferentes lemas diferentes. Muchos hacían sonar silbatos, y alguno que otro llevó cazuelas o papeleras para añadir aires de cacerolada a la concentración. Mayores, adultos, jóvenes y niños, en la protesta participaron habitantes de las cuatro localidades, descendientes de la zona que regresan a lo largo del año desde otros puntos del país, y vecinos de otras localidades, desde Sanabria hasta Benavente.

Organizándose paulatinamente, dieron varias vueltas a la Casa Consistorial y finalmente emprendieron un itinerario más largo hasta regresar al punto de partida, donde se leyó el manifiesto que más tarde los organizadores convirtieron resumidamente en un comunicado de prensa.

"Esta masiva participación demuestra el amplio rechazo comunitario a la iniciativa, un rechazo que además está respaldado por una recogida de firmas en línea que ya ha recabado más de 600 apoyos", indica.

"La convocatoria ha reflejado la unidad y la determinación de la comunidad en defender su entorno y su calidad de vida. La manifestación ha transcurrido de manera pacífica, con discursos emotivos y una clara demanda de detener la construcción de la planta de biogás. Este éxito refuerza el compromiso de los vecinos del Valle del Tera y resto de zonas afectadas que también estuvieron presentes en la concentración: Carballeda, Vidriales, Aliste y Valles, en continuar su lucha contra el proyecto, buscando alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para el desarrollo de la región", proclama.

Durante la lectura del manifiesto, Javier Benavente, el portavoz elegido por los vecinos, anunció que se han iniciado ya los procedimientos "para constituirse como asociación vecinal para así formalizar la lucha en defensa de los intereses de sus pueblos emprendiendo todas las acciones legales necesarias contra la empresa promotora, así como contra los miembros del equipo de Gobierno del Ayuntamiento que puedan tener algún conflicto de interés con esta iniciativa".

Esta plataforma vecinal "instará al Ayuntamiento, a la empresa promotora Capwatt y a las autoridades pertinentes a escuchar la voz unánime de la comunidad y a reconsiderar su apoyo a un proyecto que amenaza el futuro de estos pueblos".

Los manifestantes, según reflejó el manifiesto y el comunicado posterior, advierten de que "la alcaldesa de Vega de Tera y su equipo de Gobierno, pertenecientes al Partido Popular, están en el punto de mira de los ciudadanos, quienes los acusan de proteger intereses personales en detrimento del bien común".

"Los vecinos –prosigue el comunicado difundido tras la manifestación– claman por políticas sostenibles que realmente promuevan la repoblación y revitalización de Zamora, en vez de aprobar proyectos que podrían machacarlos definitivamente y para siempre".

Los habitantes de las cuatro localidades afectadas por la posible actuación, "están decididos a defender su tierra y su futuro, rechazando cualquier intento de imposición de proyectos que alteren irreversiblemente su calidad de vida y el paisaje que los rodea".