Seis niños saharauis buscan de forma urgente familias de Zamora para pasar el verano

Tienen entre ocho y nueve años y ahora mismo van a diario de la jaima a la "madrasha" (el nombre que recibe la escuela en los campamentos de refugiados saharauis) y viven con el dilema de dónde pasarán el verano.

Seis niñas y niños se encuentran en esa tesitura a la espera de que la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Zamora pueda transmitirles buenas noticias. Sus planes vacacionales pasan por soportar temperaturas de más de 55 grados centígrados en la parte más árida del desierto del Sáhara o bien disfrutar de un verano distinto, con posibilidad de vivir unas semanas de convivencia con familias zamoranas, aprovechar para recibir una buena alimentación y ponerse al día con vacunas y revisiones médicas. Pero por encima de todo ello, lo que les motiva es divertirse algunos días en la piscina, en las zonas de baño fluviales o con juegos de agua, algo de lo que carecen en su lugar de residencia habitual, en la "hamada" del Sáhara, la parte más inhóspita y polvorienta del desierto.

Que su verano sea uno u otro depende de que la asociación zamorana encuentre a personas adultas o familias que quieran hacerles un hueco en sus casas. Pero el plazo para captarlas se agota, apenas quedan dos semanas. Zamora con el Sáhara corre con los gastos del viaje a la provincia y todo los trámites burocráticos.

Por el momento, ya hay 24 niños que han encontrado una familia de acogida temporal para este verano en la provincia, pero queda otra media docena de pequeños que están en el limbo, por lo que la asociación ha hecho un llamamiento urgente e informa de que quien se ofrezca puede contactar con ellos telefónicamente en el 639 071 864 o a través de sus redes sociales.

El único requisito es querer a un niño, ofrecerle alojamiento y manutención y disfrutar de la experiencia que aporta el cariño infantil y el enriquecimiento de la cultura de un pueblo como el saharaui, que hasta hace menos de medio siglo también tuvo DNI español.

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