La estafa del cambiazo en el "mail" que sufre una vitivinícola de Toro y otras empresas zamoranas

Localizan en prisión al ciberdelincuente que robó 12.800 euros a una empresa al alterar la cuenta de pago de una factura

Uno de los agentes del equipo especializado en ciberdelitos de la Guardia Civil de Zamora. | Cedida

Uno de los agentes del equipo especializado en ciberdelitos de la Guardia Civil de Zamora. | Cedida / Alberto Ferreras

Los investigadores no cejan en su empeño con dar con el delincuente, aunque la ciberdelincuencia sea global y haya implicados en lejanos puntos del planeta. La Guardia Civil acaba de resolver una ciberestafa de la que fueron víctimas empresas zamoranas y que en uno de los casos se consumó con un perjuicio económico de Las investigaciones penales por violencia machista suben un 50% en Zamora para una empresas vitivinícola toresana. El cambiazo en un "mail", en el que los ciberdelincuentes alteraron el número de cuenta, permitió consumar la estafa.

Al inicio de la investigación, los agentes comprobaron que entre las direcciones IP desde las que habían accedido al correo electrónico había accesos sospechosos desde Rusia y Ucrania. Pero la cosa no quedó solo ahí. Tirando del hilo, los investigadores llegaron recientemente a la conclusión de que el autor era supuestamente un ciudadano camerunés afincado en Málaga que está especializado en este tipo de delitos. De hecho, lo localizaron en la prisión malagueña de Alhaurín de la Torre, en la que ya cumple condena por hechos similares.

Tras desplazarse al centro penitenciario para tomarle declaración como investigado, los agentes de la Comandancia de Zamora de la Guardia Civil especializados en ciberdelincuencia le han imputado un delito de estafa de más de 12.800 euros a la vitivinícola toresana y otro de estafa en grado de tentativa a otra empresa de la provincia. Las diligencias han sido puestas ya a disposición del Juzgado de Instrucción de Toro, que ni siquiera ha tenido que enviar a prisión al supuesto autor porque ya estaba en la cárcel.

El Instituto armado ha aprovechado este caso para alertar a otras empresas y particulares de la modalidad de estafa utilizada, en la que el ciberdelincuente intercepta y altera correos electrónicos entre empresas correspondientes a facturas a pagar en las que se incluye un número de cuenta para el abono. El correo le llega al pagador, pero con el número de cuenta cambiado y sustituido por el de una persona cómplice de la estafa.

Con ese peculiar "modus operandi" se cometió la ciberestafa a la empresa toresana y se intentó con otras de la provincia entre los meses de enero y junio de 2022.

Han sido necesarios dos años de investigación debido al entramado de empresas y falsas identidades utilizadas por el investigado, que lidera un grupo criminal especializado en este tipo de ciberdelincuencia. El análisis de las transacciones y las cuentas bancarias de los estafadores finalmente permitió determinar quién estaba detrás de la estafa, aunque se escondiera tras los barrotes.

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