Historias que viajan sin papeles

"El gigante del guisante" recopila una selección de cuentos ucranianos para acercar la cultura popular de los refugiados a los niños españoles

Ana Griott, con el libro «El gigante del guisante y otros cuentos ucranianos» en la Biblioteca Pública. | Ana Burrieza

Ana Griott, con el libro «El gigante del guisante y otros cuentos ucranianos» en la Biblioteca Pública. | Ana Burrieza / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

El estallido de la guerra en Ucrania y la llegada de cientos de niños a España para alejarse de la barbarie fue el germen del libro "El gigante del guisante y otros cuentos ucranianos", una idea de la editorial Libros de las Malas Compañías. "Uno de nuestros objetivos es visibilizar a las personas que llegan en desventaja social con respecto a nuestros niños, con una experiencia que ellos no han tenido", explica desde la editorial Ana Griott.

Presentación del libro de cuentos tradicionales ucranianos en la Biblioteca Pública de Zamora.

Ana Griott, en pa presentación del libro de cuentos tradicionales ucranianos en la Biblioteca Pública de Zamora. / ANA BURRIEZA

Con la vista puesta en establecer ese "puente" entre ambas infancias a través de los cuentos tradicionales, buscaron a un autora ucraniana, Valeria Kiselova, residente en España, a quien le encomendaron la misión de recopilar y escribir los cuentos que ella había escuchado de niña. "La escritora me mandó una treintena, entre los que elegimos los más relevantes, significativos y constructivos", argumenta.

Una cuidada ilustración

Además del texto, el libro ha cuidado mucho la ilustración, en este caso con propuestas de Yana Barabash. "Buscábamos la estética de los años veinte y dimos con esta pintora ucraniana que reside en Reino Unido. Nos hizo unos cuadros espectaculares para esta publicación", agradece la editora. "Y son muy importantes, porque nos ayudan a poner imágenes en cosas que a lo mejor nos cuesta imaginar, como unos seres mágicos que transportan sal. Además, los personajes visten con trajes tradicionales y la arquitectura que se dibuja es la del país, por lo que contextualizan esos cuentos en un entorno que para nosotros no es familiar", añade.

Portada del libro

Portada del libro / Cedida

Eso ayuda a resaltar la particularidad en una universalidad —la de los cuentos— en la que los niños españoles se pueden reconocer, aunque sean historias ucranianas.

Título con mucho sentido

El título del libro, "El gigante del guisante y otros cuentos ucranianos", tampoco es casual. "Elegimos a ese héroe de los cuentos tradicionales, un gigante que representa la fuerza que sale de lo pequeño, como le ocurre al pueblo ucraniano, demostrando esa fuerza que sigue desplegando, aunque sea un pueblo pequeño y castigado", explica Griott.

Ilustración del cuento "La mujer pata"

Ilustración del cuento "La mujer pata" / Cedida

Esta obra, que se encuentra dentro de la colección Cuentos Antiguos Ilustrados de la editorial Libros de las Malas Compañías, se presentó la semana pasada en el salón de actos de la Biblioteca Pública de Zamora, donde la propia Ana Griott desentrañó estos pequeños tesoros en forma de relatos "que viajan sin papeles" y acercan un poco más ambas culturas.

Zamora acoge a 241 exiliados

Cuando se cumplen dos años de la invasión rusa a Ucrania, a Zamora se le han autorizado 241 protecciones temporales para refugiados en esta última etapa, de las más de 4.300 que registra Castilla y León registró en total desde el inicio de la guerra. Se trata de un mecanismo de protección extraordinario, con el que de manera inmediata se les concede permiso de residencia y de trabajo a estos ciudadanos desplazados.

De esta manera, hasta el pasado 12 de febrero, la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior y la Policía Nacional ha tramitado y concedido un total de 4.322 protecciones en Castilla y León. Entre el 1 de febrero del pasado año y este enero las solicitudes de protección en Castilla y León suman 378, lo que implica una media mensual de una treintena.

León, con 694, y Valladolid, con 644, son las dos provincias con más protecciones concedidas, seguidas de Segovia (590), Salamanca (581), Burgos (580) y Ávila (445). Zamora se sitúa por detrás de Palencia, con 313 protecciones, y completa la lista Soria, con 234.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de ciudadanos ucranianos censados en Castilla y León en 2023 ascendía a 4.998, tres veces más que en 2022.

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