La Navidad, a través del arte de la Catedral de Zamora

La Catedral de Zamora atesora un rico patrimonio artístico vinculado al nacimiento del Niño

Nacimiento en la capilla del cardenal.

Nacimiento en la capilla del cardenal. / E. F.

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

La Catedral de Zamora atesora un rico patrimonio artístico centrado en el nacimiento de Jesús. Son esculturas, pinturas, relieves e incluso hay un cobre según repasó el doctor en Historia del Arte y canónigo de la seo, José Ángel Rivera de las Heras, la tarde del viernes en la charla sobre iconografía navideña del primer templo diocesano.

De entre las joyas existentes, el experto puso en valor el retablo de la Majestad realizado en el último cuarto del siglo XVI y atribuido a Juan de Falcote. En su centro se encuentran los relieves de la Epifanía, el nacimiento y el anuncio a los pastores. "Los tres son muy bellos, pero llama la atención el nacimiento".

Retablo de la Virgen de la Majestad

Retablo de la Virgen de la Majestad / LOZ

En la extraordinaria capilla de San Ildefonso o del cardenal en sendas hornacinas se ubican dos grupos escultóricos tallados por Juan de Montejo el Viejo y policromados por Alonso de Escobar en 1598. En uno de ellos se representa el nacimiento de Jesús con la escena de la adoración del niño por María, José, los ángeles y los pastores. En esta pieza llama la atención el colorido del conjunto que "solo se ha limpiado, no ha se intervenido", remarca el experto en patrimonio. De esta obra subraya "la calidad de las figuras del Misterio, San José, María y del niño". Además, en su opinión, "es de lo mejor que ha hecho Juan de Montejo. Es maravilloso", recalca.

Nacimiento en la capilla de San Ildefonso o del cardenal Mella

Nacimiento en la capilla de San Ildefonso o del cardenal Mella / LOZ

Otro de los ejemplos artísticamente reseñable se localiza en la capilla de San Bernardo, donde está al culto la imagen del Cristo de las Injurias. A la mano izquierda del crucificado se localiza un retablo mandado hacer por Francisco de Valencia y efectuado antes de 1606, fecha en el que lo policromó y doró Pedro de Quirós. La parte central presenta motivos de la vida María y en la parte superior "tiene otros tres relieves que representan las escenas de la anunciación, la adoración de los pastores y la Epifanía", según figura en la publicación "Catedral de Zamora. Perla del siglo XII".

En la capilla de San Juan Evangelista en el excepcional sepulcro del doctor Grado, bajo la cama, puede observarse una Virgen entronizada con el niño sobre ella, en tanto que en el oratorio de San Miguel en su actual retablo, que procede de la parroquia de San Juan de Puerta Nueva y lo efectuó Juan de Montejo el Viejo, aparece la talla de la Virgen con el Niño o Nuestra Señora de la Piedad.

Al fondo la imagen con  la Virgen con el Niño

Al fondo la imagen con la Virgen con el Niño / E.F.

En la capilla de Santiago, que alberga elementos pétreos, el visitante del Museo Catedralicio puede descubrir a la Virgen con el Niño y San Juanito, labrado en mármol blanco de Carrara hacia 1520 por Bartolomé Ordóñez, quien está considerado como uno de los mejores escultores del Renacimiento español.

La pieza procede del desaparecido monasterio de San Jerónimo de Zamora y entre sus particularidades está que la Virgen, de pie, sostiene al Niño (desnudo y portando una rama de cerezas) en su brazo izquierdo. Junto al costado derecho de la Virgen se coloca la figura de San Juanito, caminando y llevando en sus manos un pajarito, sujeto por el Niño Jesús con un cordel rojo, parcialmente roto. En la base, aparece la cabeza de un querubín alado con gesto sonriente para señalar la divinidad de los personajes representados.

La escultura en mármol de la Virgen con el Niño y San Juanito. | J.L.F.

La escultura en mármol de la Virgen con el Niño y San Juanito. / J.L.F.

La Catedral, a mayores, cuenta con más de media docena de lienzos donde se inmortalizan pasajes bíblicos vinculados con la natividad realizados entre el siglo XVII y el XVIII. En este conjunto aparece una temática no muy frecuente la Virgen lactante, un óleo sobre lienzo de autor desconocido o un único óleo sobre cobre de la Epifanía de autor desconocido de la segunda mitad del XVIII.

Óleo sobre cobre de la Epifanía

Óleo sobre cobre de la Epifanía / Cedida

En la Puerta del Obispo puede contemplarse un relieve de la Virgen María con el niño entre ángeles.

En él la madre aparece con "porte mayestático, vestida con túnica. Está sentada en un trono de patas torneadas y cubierta por un baldaquino rematado con motivos arquitectónicos". Sobre su rodilla sostiene al niño, bendiciendo, describe Rivera de las Heras en "La Catedral de Zamora".

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