Regalos tejidos con el corazón para los mayores de Zamora

520 personas institucionalizadas en residencias zamoranas recibirán un obsequio muy especial gracias a la acción "Teje por ellos"

Entrega de regalos a los residentes de "El Niño Jesús"

Entrega de regalos a los residentes de "El Niño Jesús" / José Luis Fernández

Tarde de muchas emociones para los mayores de la residencia El Niño Jesús de Zamora al recibir los regalos elaborados gracias a la campaña "Teje por ellos". El centro ha sido la primera parada de las tejedoras solidarias en la tercera edición de esta iniciativa que surgió de la mano de Aránzazu Arribas, fundadora de la empresa Ariamiguru Crochet.

"Hemos comenzado aquí la entrega de regalos y seguiremos en las residencias de Puerta Nueva y San Gregorio, en la ciudad de Zamora y El Niño Jesús, en Argujillo", explica Aránzazu.

Una ruta que se prevé más larga debido a que este año se han superado las donaciones. En total: 520 regalos. "Son un montón así que estamos hablado con más residencias para poder seguir repartiendo detalles y que sean más de quinientas personas institucionalizadas en residencias de ancianos las que reciban un regalo esta Navidad", añade.

Entrega de los regalos en la residencia El Niño Jesús | Jose Luis Fernández

Entrega de los regalos en la residencia El Niño Jesús | Jose Luis Fernández / Leticia Galende

La cifra supera las ediciones anteriores de una acción bautizada como "Teje por ellos" que nació en el año 2021 como una forma de devolver el cariño a las personas de edad más avanzada durante las fiestas navideñas.

"Veía muchas campañas de juguetes y material escolar y pensé que todo era para niños, algo que está muy bien, pero para la gente mayor institucionalizada en residencias no teníamos nada. Por eso, creí que estaría muy bien que fuéramos por Navidad a una residencia a entregarles cosas que habíamos hecho nosotras", cuenta la promotora de la campaña.

Donaciones

El fin de la acción es recoger productos donados que hayan sido elaborados a mano mediante la técnica del ganchillo, punto dos aguas, punto de cruz, bordado, fieltro o macramé. "Se trata de honrar a nuestros mayores con una actividad que para ellos es muy común como es tejer o bordar. Además, invitamos a todas las personas o empresas que quieran a unirse a la misma donando el número de proyectos que quiera", aclara.

Un llamamiento que ha vuelto a tener un gran auge logrando recibir donaciones desde distintos puntos del país como son, por ejemplo, Galicia, Madrid, País Vasco o Extremadura.

Calcetines, gorros, bufandas, chales, mantas, guantes, manoplas, mitones, diademas, horquillas, turbantes, bolsos, bolsas, monederos, cestas, pendientes, pulseras... son algunos de los bonitos detalles que ya han empezado a llegar a las manos de personas como Conchi, Margarita, Rosa, Elisardo o María, residentes del centro residencial El Niño Jesús.

Varias mujeres de la residencia con sus regalos

Varias mujeres de la residencia con sus regalos / José Luis Fernández

Emoción en la entrega

"Me han regalado una bufanda y me he quedado... se me han llenado los ojos de agua, me ha gustado mucho", relata Conchi Aragón.

Un regalo de Navidad que agradecen, además de la visita. "No nos lo esperábamos, es fantástico", cuenta Elisardo Hernández.

Después de tres ediciones, las voluntarias han ido creciendo y gracias al grupo "Tejiendo Zamora" que cada semana se reúne de manera altruista para bordar y hacer ganchillo, se ha podido organizar mucho mejor la campaña.

"Antes de poder llegar al momento de la entrega hay mucho trabajo detrás. Hay que elaborar los artículos, pero también clasificar las donaciones que recibimos y después envolver los regalos", describe Julia del Río, una de las tejedores implicadas en la acción.

Una mujer abre con emoción el obsequio recibido

Una mujer abre con emoción el obsequio recibido / José Luis Fernández

No obstante, el esfuerzo y la dedicación en una labor que, además les apasiona, merece la pena por ver sus caras. "Ponen una cara de alegría que parece que les das otra vida. Da una satisfacción enorme ver que les das ese ratito de alegría", señala Conchi Ramos, otra de las mujeres que no ha dudado en coger la aguja para poner su granito de arena un año más.

Algo en lo que coincide otra de las voluntarias, Paqui Ramos que hoy vuelve a casa con una frase marcada en su cabeza. "Una de las residentes nos ha dicho que si nos dedicamos a hacer felices a la gente. Esas palabras me han gustado mucho", expresa.

Aránzazu habla con una de las residentes tras la entrega de los regalos

Aránzazu habla con una de las residentes tras la entrega de los regalos / José Luis Fernández

Unir generaciones

A ellas, se han sumado en esta primera entrega de regalos dos pequeños repartidores con el corazón muy grande. Ellos son los hijos de Aránzazu, Roberto y Julia, de 10 y 5 años respectivamente.

"Me ha hecho mucha ilusión venir, ver cómo están y ver las caras de los señores y cómo los ojos como se les ponen brillantes cuando les das un regalo", dice emocionado el pequeño.

Una emoción de la que se ha contagiado también Óscar García, el terapeuta ocupacional de la residencia zamorana que declara que estos pequeños gestos son muy importantes para los mayores.

"Están con muchísima ilusión y les encanta que les vengan a ver porque hay gente que no tiene la suerte de que vengan a verles durante las navidades, o ni siquiera, durante el resto de semanas del año. Además, el hecho de que sea un regalo que se ha realizado a mano también es muy importante para ellos porque en los talleres hacen cosas y saben el esfuerzo y el trabajo que hay detrás. A ver si se lo podemos devolver un día, regalándoles algo a ellas", comenta.

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