Realismo de altura en Zamora

Una representación de grandes firmas del realismo actual puede descubrirse, y disfrutarse, en la única galería de la ciudad, Espacio 36-Ángel Almeida, hasta mediados de enero.

El galerista Ángel Almeida reúne una nómina de doce artistas realistas que, en algún momento de sus trayectorias, han acudido a seminarios o formaciones impartidas por Antonio López, entre los que se encuentra el zamorano Pablo Carnero, una impronta que les ha marcado en su desarrollo creativo.

La exposición titulada "Realidad. Es 2", comisariada por el pintor Enrique Reche, la integran una veintena de piezas pictóricas de doce creadores y un único ejemplo escultórico.

La propuesta arranca en el exterior de la sala con una pieza que firma Jorge Abad, un rostro de una mujer donde "desdibujando añadiendo dejando entrever el boceto...", describe el galerista.

En el primer ámbito del espacio expositivo pueden contemplarse dos cuadros del jerezano Fermín Villaescusa, dos pinturas de patios andaluces en una rica gama de verdes, así como dos bodegones de Enrique Reque, una naturaleza muestra protagonizada por membrillos y unas apetecibles ciruelas, en óleo sobre papel.

El zamorano Pablo Carnero enriquece la muestra con un óleo de un bodegón de un desayuno, con unas cuidadas proporciones, y con un autorretrato en formato escultórico realizado en poliéster y patinada con la propia resina de poliéster. El artista se plasma con agujas de acupuntura y caracteres en chino o en mandarín.

El creador, que en estos momentos reúne pintura, escultura y fotografía en la exposición "Una calle, una luz, el viejo portal…" en la sala de exposiciones del Museo de Zamora, es el único artista que contribuye con una obra escultórica en Espacio 36.

La pintora Irene Cuadrado, la única fémina de la nómina, comparte dos ejemplos de gran formato de ropas amontonadas, una en tonalidades claras y muy luminosas, mientras que en la otra apuesta por la oscuridad con tonalidades azules y negros con una cuidada composición. Las obras Eduardo Millán, quien deja ver las marcas que ha hecho previamente y desdibuja un bodegón y un retrato, dialogan con dos paisajes, uno nevado y por oposición uno muy luminoso de Alberto Martín Giraldo en óleo sobre lienzo adherido a tabla.

La muestra la completa Isidro Brunete que aporta dos naturalezas protagonizadas por racimos de uvas en las cepas con unos ricos verdes y amarillos; Luis Paltré, que retrata un rincón de su estudio; o Ignacio Escobar, que pinta a un bombero realizando labores administrativas.

En "Realidad. Es 2" tienen cabida también José Luis Ceña, con dos piezas con marco integrado un tanto enigmáticas y misteriosas centradas en dos niños, donde dibuja y desdibuja y mima el colorido, así como el gaditano Pepe Baena, quien plasma escenas de la vida cotidiana que ha vivido.

Doce primeras espadas del realismo.

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