Los zamoranos que trabajan sin sueldo, los más satisfechos

El testimonio de voluntarios de asociaciones de Zamora que dedican su tiempo altruistamente por la gente que lo necesita: "Recibes más que das"

Víctor Limón, «Celina» Hernández, Pablo Ramos y Esperanza Rodríguez, voluntarios.

Víctor Limón, «Celina» Hernández, Pablo Ramos y Esperanza Rodríguez, voluntarios. / J. N.

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Gente con tiempo libre y vocación de ayudar a los demás. Son voluntarios en distintas asociaciones de Zamora que encuentran en este "darse a la sociedad" una recompensa emocional, en forma de sentirse útiles y de contacto con otras realidades que les enriquecen como personas.

Víctor Limón, Sanagua

Víctor Limón es voluntario de la Asociación de Parálisis Cerebral Sanagua. "Llevo poco tiempo y en principio trato de apoyar en lo que me piden, porque las personas con parálisis cerebral necesitan muchos apoyos físicos". Dedicado profesionalmente en el campo de la protección de menores, "me quedé sin trabajo y busco aportar un poco a la sociedad. Trato de dar algo para otros".

"Soy un apoyo para circunstancias especiales, por ejemplo, el campamento que se hace en verano con los chicos". El voluntariado "sin ánimo de lucro es eso, aportar desde el corazón".

"Celina" Hernández, víctimas de violencia de género

Marcelina "Celina" Hernández, voluntaria de Azavi, Asociación Zamorana contra la Violencia de Género es la que hace "los lotes que todos los meses da el Banco de Alimentos a las mujeres que lo necesitan" y una semana atrás estuvo en la Gran Recogida, con otra compañera, en el Alimerka del Bolón: "Hicimos una buena labor".

Es una tarea invisible, pero necesaria. "Veo que mucha gente duda a la hora de dar, porque piensa y esto a quién se lo dan, a dónde va. Y yo lo que veo en Azavi es que las cosas se le dan a las chicas que lo necesitan". "Celina" es una de las personas que tuvo ocasión de estar con la reina Sofía durante la visita al Banco de Alimentos de Zamora: "Se portó muy bien. Nos dijo que si necesitáramos algo lo pidiéramos. Es un granito de arena lo que aportamos cada uno pero entre todos hacemos una montaña".

Pablo Ramos Benayas, Cruz Roja

Pablo Ramos Benayas lleva un año y medio como voluntario en Cruz Roja. "Me prejubilé y ahora como dispongo de tiempo decidí dedicarlo a ayudar un poco a los demás y encontrar ese bienestar emocional que es lo que analizamos en esta jornada".

Está en el grupo de voluntariado de mayores: "Hacemos un taller todos los jueves en la Biblioteca Pública, que lidera Luis Huete y comparto con Juani y Marina. También hacemos acompañamiento a personas en situación de soledad y estamos en el grupo de intervención rápida en situaciones de emergencia para hacer albergues provisionales y demás, esperemos que no tengamos que estrenarnos".

Acompañar a las personas que están solas, es dice, importante y satisfactorio: "tomar un café con ellos y charlar de cualquier cosa, sobre todo de su experiencia vital. Te aportan muchas cosas: recibes más que das". En Cruz Roja hay, además, muchas otras facetas para el voluntariado.

Esperanza Rodríguez de la Fuente, Asociación contra el Cáncer

Esperanza Rodríguez de la Fuente es voluntaria de la Asociación Contra el Cáncer de Zamora. "Pasé un cáncer hace ocho años, a mi me ayudaron muchísimo los voluntarios y decidí hacerme yo también voluntaria. Hago de todo un poco, hago campañas, tenemos los lunes un taller para hacer manualidades y a mayores soy voluntaria de hospital".

Cada mes se opera en Zamora a 20 personas, mujeres y algún hombre, de cáncer de mama, los miércoles. Los jueves aparece Esperanza a ofrecer un cojín con forma de corazón. Y luego, al Hospital, a acompañar a pacientes operados y también a los de Paliativos y sus familiares. "A mi me aporta mucho. Te hace pensar mucho en la vida, que hay que vivirla al día, porque es cortísima", piensa Esperanza.

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