"Tita Cervera dispone de una gran fortaleza para que nadie la pise"

"Con el paso de los años, nos daremos cuenta de todo lo que ha hecho por la cultura, trayendo la colección Thyssen y abriendo museos por toda España"

La periodista Nieves Herrero, en la redacción de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. | Jose Luis Fernández

La periodista Nieves Herrero, en la redacción de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. | Jose Luis Fernández / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Cada nuevo libro de Nieves Herrero significa automáticamente una visita de la periodista al Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. Confiesa que es una solicitud que siempre realiza a la editorial, en gratitud a la gran acogida que tienen siempre sus libros entre el público zamorano. "La baronesa", que narra la apasionante vida de Carmen Cervera es la última propuesta literaria de Herrero, quien, a pesar de que la baronesa rompió su relación con la escritora a pocas semanas de terminar su biografía, lejos de guardarle rencor, reconoce su valía para el fomento de la cultura en España y su fuerza para sobreponerse a todas las penurias que le han ocurrido en la vida y seguir adelante.

–Este libro dedicado a la intensa vida de Carmen Cervera, ¿confirma que la realidad, a menudo, supera la ficción?

–Por supuesto. Yo nunca me podría haber inventado a una niña cuyos padres se separan en los años cuarenta, algo casi impensable, que es internada con solo cinco años en diferentes colegios, que cuando cogía cariño a una monja o a una compañera de colegio, la madre las alejaba de su lado… De ahí ese desapego, que creo que es importante para conocer a la mujer en la que se convirtió.

–Los amores que ha tenido durante su vida fueron de película.

–Empezando por Lex Barker, a quien conoció siendo solo una adolescente y se cumplió el cuento de hadas: ella le pidió un autógrafo, porque era admiradora, él se enamoró como loco y terminaron casándose. Así fue como entró por la puerta grande de Hollywood, en las casas de actores como Robert Mitchum, Roger Moore o Robert Wagner, conociendo también a Marilyn Monroe o Frank Sinatra. Pero fue un mundo que pudo disfrutar pocos años, puesto que se quedó viuda pronto.

La joven viuda

–¿Fue uno de los golpes más duros de su vida?

–Ahí fue cuando entró en el mundo esotérico, porque quería ponerse en contacto con su marido, que se había ido tan pronto. Se adentra en lo paranormal, un mundo del que no se ha apartado. Es una mujer con muchas aristas, que siempre va buscando algo y a veces lo encuentra y otras se equivoca, como la vida misma.

Nieves Herrero, durante la presentación de su libro. | Jose Luis Fernández

Nieves Herrero, durante la presentación de su libro. / Jose Luis Fernández

–¿Considera una equivocación que se enamorara después de Espartaco Santoni?

–Se había quedado muy tocada y necesitaba enamorarse otra vez. Fue cuando llegó a su vida Espartaco, quien fue absolutamente nefasto para ella, porque terminó desahuciada, sin agua ni luz y con él en la cárcel por la denuncia de un productor de cine. Entonces, su madre le aconsejó que regresara a Gerona, donde tenía la casa familiar que había construido con Barker. Allí carga pilas, coge fuerzas y regresa a la capital, para vivir la noche madrileña más loca y cruzarse en su camino Manolo Segura, un amor que, por primera vez, es de su quinta, por siempre se había enamorado de hombre que le sacaban veinte años o más. Ella buscaba quedarse embarazada, pero Segura dio un paso a un lado, no estaba preparado para ser padre, aunque ella siguió adelante y dio a luz sola.

–¿Y cómo conoció al barón Thyssen?

–A los tres meses de nacer Borja, le invitan a un crucero y allí lo conoce, volviendo a poner su vida al revés, aunque, en esta ocasión, dándole estabilidad. Ella le proporciona una familia, porque va con un hijo, una madre, sus perros y su loro. El barón le dice que tiene sitio para todos y su vida cambia, situándola en un estatus social importante. Por ejemplo, empieza a frecuentar las casas de los Gorbachov, al entrar el arte occidental en Rusia gracias al barón, y visita la Casa Blanca o Buckingham Palace, porque Inglaterra quería llevarse el Museo Thyssen a Londres.

El Thyssen, en España

–Aunque, finalmente, no lo consiguió. ¿Fue gracias a ella?

–Tita estaba empecinada en que se quedara en España, pero no se lo impone al barón, sino que él llega por sí mismo a esa conclusión según su mujer se lo va argumentando. Descartaron Francia y Alemania y España les daba el Palacio de Villahermosa. Además, tienen amistad con Gómez Acebo, cuñado del rey, y eso les facilita las conversaciones con el Gobierno de España. Sin embargo, nada de esto habría pasado si el barón no se hubiera arruinado. Su hijo mayor le hizo firmar unos papeles por los que perdió sus trescientas empresas, pasando a ser asalariado de este hijo, que dejó de pagarle una nómina. Así que tuvo que sacar su colección de arte de Lugano y alquilarla para sobrevivir. Después, la trajo a España.

ZAMORA. CLUB LA OPINION NIEVES HERRERO

ZAMORA. CLUB LA OPINION NIEVES HERRERO / JOSE LUIS FERNANDEZ

–¿Es la sociedad española consciente de todo lo que ha hecho la baronesa por la cultura en este país?

–Yo he intentado retratar a una mujer de nuestro tiempo que, probablemente con el paso de los años, nos daremos cuenta de todo lo que ha hecho por la cultura, por traernos la colección Thyssen y abrir museos con su nombre por toda España. Y lo que ha hecho por revalorizar la pintura española, situándola en el mercado internacional. El hecho de colgar un Sorolla o un Julio Romero de Torres en paredes de museos extranjeros ha elevado a estos pintores tan reconocidos ya en el ámbito nacional. Su obsesión por seguir coleccionando pintura española es algo muy positivo para el país.

Obligada a resumir

–Con esta vida tan agitada, ¿fue complicado resumirla en las 700 páginas que tiene el libro?

–Hubo que reducir mucho, porque realmente hubiera sido como El Libro Gordo de Petete. Tengo capítulos donde sale con Julio Iglesias o el doctor Abril, sobre su infancia en profundidad o sus primeros novios. Hay mucha Tita en este libro y mucha mujer desconocida. Te das cuenta de que es alguien capaz de parar un plan urbanístico aprobado por el ayuntamiento, algo que, a priori, es imposible. Y ella, encadenándose a los árboles, consiguió pararlo ante Ruiz Gallardón. Sin duda, esta mujer tiene un gran poder.

–¿Hay algo que le haya sorprendido de manera especial sobre su figura?

–Ella se abrió en canal conmigo y su sinceridad a veces me hacía explotar la cabeza, porque creía que me lo sabía todo de su vida y para nada. Tiene muchos recovecos en su vida, es muy espiritual y dispone de una gran fortaleza para que nadie la pise. Pasa muchos momentos malos con los hijos del barón, que le hacen la vida imposible, ya que su padre, lo primero que hace en cuanto se va a vivir con Tita es darle el apellido Thyssen a Borja. Antes de que se casen, incluso. Por eso digo que a veces tener muchísimo dinero es más un problema que una bendición. Todos estamos soñando con que nos toque una Primitiva y en realidad tenemos más de lo que pensamos, empezando por la libertad y el poder elegir dónde entrar a tomar un café, por ejemplo. Tener mucho dinero te da mucha responsabilidad y poca libertad. Cuando un acaba de leer el libro, se siente más libre y aprecia unas relaciones familiares más sanas.

Sus dos pasiones

–¿Cómo es capaz una periodista en activo de sacar tiempo para la escritura?

–El único misterio para escribir es quitarse tiempo de tu vida personal y tener a alguien que te apoye, en mi caso, mi marido. Estar de promoción es un sinvivir, tienes una vida paralela a la familiar, porque, para que la gente lea tu libro, debes remar mucho y convencer de que has escrito sobre un personaje interesante, que nada tiene que ver con quien todos conocemos, que hay vida más allá de la fama. Y eso es lo que yo cuento en este libro.

ZAMORA. CLUB LA OPINION NIEVES HERRERO

ZAMORA. CLUB LA OPINION NIEVES HERRERO / JOSE LUIS FERNANDEZ

–¿Un periodista tiene más posibilidades de éxito literario, al trabajar todos los días con las palabras?

–Creo que si al primer libro no has convencido, ni tampoco con el segundo, que dicen que es el definitivo, me habría dedicado a coser o pintar. Realmente, tengo a un grupo de gente que sigue todo lo que escribo y eso hace que las tiradas de la editorial sean muy grandes. Me doy cuenta de que a la gente le interesa lo que cuento y me parece muy bonito.

–¿No ha tenido la tentación de aparcar el periodismo para dedicarse en exclusiva a la literatura?

–A veces sí que me ha tentado esa posibilidad, porque pienso que, por lo menos, mi vida no estaría tan enloquecida. Pero, por otro lado, el periodismo, al estar tan en contacto con la vida, me proporciona cantidad de historias que guardo, porque pienso que puede convertirse en una novela, aunque sean de gente anónima. Lo que no tengo es tiempo para escribir todas las cosas que se me ocurren. Esta labor lleva mucho tiempo, unos dos años, teniendo ya el personaje en la cabeza y muy estudiado. Porque yo, de forma paralela, voy recabando información de diferentes personajes. Pero hasta que no sueltas de la mano al que has escrito y estás de promoción, tengo dudas. Aunque, de repente, sucede algo y sabes quién va a ser el siguiente.

–¿Tiene ya algo en cartera a ese respecto?

–Yo ahora mismo tengo tres o cuatro historias con las que podría empezar, pero creo que una de ellas está más adelantada.

–Lo que sí está adelantado es su incursión en la literatura infantil.

–He escrito "Las aventuras de Nico" para mi nieto, que tiene el mismo nombre. Ahora está trabajando el ilustrador con los dibujos y esperamos que podrá estar listo para la época de las ferias del libro, a partir de abril.

El papel de Leonor

–La monarquía ha sido una fuente de inspiración para muchas de sus novelas. En 2006 escribió con Almudena Arteaga "Leonor, ha nacido una reina". ¿Cómo ve los primeros pasos que la princesa está dando en la vida pública?

–Creo que ese libro fue algo premonitorio. En este año, analizando todas sus actuaciones, discursos y forma de ser, ha demostrado que tiene madera de reina. Leonor va siguiendo paso a paso a su padre, me gusta cómo le mira con tanta admiración. No sé si algún día volveré a escribir sobre ella, pero en la jura de la Constitución me encantó ver a gente de su generación. Si tuviéramos que ponerle un calificativo, sería el de que ha cumplido con matrícula de honor las expectativas y ha conectado con los jóvenes. En su discurso pedía un voto de confianza y creo que se lo han dado, porque han visto a una persona que se está esforzando mucho por ser la heredera.

Radiografía de la profesión

–¿La radio sigue siendo su medio preferido como periodista?

–Me apasiona y me da la vida. Empiezo la mañana con prensa, pero luego me acompaña la radio durante el resto del día. Es un poco obsesiva en mi vida y soy muy feliz trabajando en ella, así que es muy complicado que yo la deje, me tendrán que echar (risas).

–Ha sido profesora de universidad y ahora participa en un máster en la Complutense, ¿qué radiografía puede hacer de los futuros compañeros?

–Va por rachas. Cuando daba clase en la universidad, en algunos cursos despotricaba por la generación que venía y al año siguiente llegaba una hornada que era una maravilla. Algún año, en vez de dar radio parecía que estaba dando clase de literatura, les obligaba a leer porque no sabían redactar. Y para escribir hay que saber hablar y también leer. La universidad me ha generado gente que ahora mismo está ocupando buenos puestos y eso me da mucha alegría, por haberles puesto la semilla de la vocación.

–¿Qué destacaría de esta profesión?

–Lo importante que es saber transmitir e ir pegados a la verdad, intentar no hacer daño a nadie y ayudar a la gente que no tiene voz.

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