A prisión el acosador sexual denunciado por una niña zamorana
La segunda detención este marzo confirma su "intención reiterada y repetitiva" de delinquir
Una guardia civil revisa archivos de pedofilia en una investigación. / L.O.Z.
S. A./Efe
El almeriense de 27 años denunciado por acoso sexual a una menor zamorana en abril de 2021 acaba de ingresar en prisión en Almería para impedir que continúe con esa actitud, tras su segunda detención en marzo de ese 2023. El Juzgado toma la medida preventiva porque entiende que este individuo tiene "una intención reiterada y repetitiva" de continuar haciendo "grooming" a niñas de entre 10 y 15 años "de forma obsesiva". La denuncia de la madre de la niña zamorana sirvió para destapar el ciberacoso sexual a otras 22 niñas menores de 16 años.
El investigado en la operación "Almora" pudo ser identificado en la primera parte de esta acción policial, iniciada en la Comisaría de Zamora, gracias a los chats que aportó la madre de la niña zamorana, con los que se pudo localizar el número de teléfono que utilizaba el joven almeriense para entablar conversación, ya que contacta por redes sociales con sus víctimas. La denunciante se encontró con material pornográfico al revisar el teléfono móvil de su hija, ante lo que acudió a la Policía Nacional de Zamora que comprobó que el individuo elegía a las víctimas menores de edad de forma deliberada, según la Guardia Civil de Almería que se ocupa ahora del caso.
Esas pesquisas pudieron constatar que había otras 22 víctimas, a las que se suman ahora las que se han localizado en este segunda parte del caso que la Guardia Civil de Almería y el Juzgado de Instrucción acumula al que comenzó con la denuncia en Zamora. El arrestado usaba aplicaciones de mensajería móvil para enviar y recibir contenido pornográfico, incluso proponerles prácticas sexuales a sus víctimas.
El material hallado en este segundo registro realizado en el domicilio particular del denunciado por ciberacoso sexual permitió hallar nuevos dispositivos electrónicos utilizados para contactar con las menores de edad, a las que busca en redes sociales para lo que se hace pasar por una adolescente de esas edades. Se da la circunstancia de que su trabajo lo desarrolló con niñas de esta edad, según informa la Guardia Civil.
Tras intercambiar, chatear como si fuera una nueva amiga más, termina por ganarse su confianza para pasar a pedirles fotos íntimas que acaba usando como una amenaza para obtener otras de más alto contenido sexual e, incluso, vídeos. Si la víctima no accede a sus peticiones, la consecuencia será que verá publicadas esas fotografías en redes sociales.
Ante el temor a que sus padres y amigos puedan ver las grabaciones o las imágenes, las personas menores de edad acceden a las peticiones, como ocurrió con la adolescente zamorana cuya madre se encontró con uno de esos chatas de forma fortuita y no dudó en acudir a la Comisaría de Zamora para denunciar el "grooming". Este término se refiere a la práctica de adultos para obtener pornografía infantil directamente de las niñas o los niños a los que localiza en diferentes redes sociales, sus víctimas son de edades muy cortas, especialmente vulnerables.
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