La carretera autonómica de Zamora con más tráfico queda sin protección acústica

Los estudios técnicos concluyen que el tramo entre la capital y la vía de Moraleja del Vino no presenta molestias a ciudadanos o áreas sensibles

Casi 5.600 vehículos pasan cada día por el tramo de la CL-605 en el término de Zamora.

Casi 5.600 vehículos pasan cada día por el tramo de la CL-605 en el término de Zamora. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Ni pantallas acústicas, ni modificación del material de la capa de rodadura, ni actuaciones más complejas. El tramo de mayor tráfico de las carreteras autonómicas en Zamora, los dos kilómetros de la CL-605 que discurren entre la autovía ZA-20 y la rotonda de Moraleja, Villaralbo y Arcenillas no necesita ningún tipo de plan de protección frente al ruido porque en las inmediaciones sólo hay construcciones aisladas y no se considera necesario.

Es lo que dice el informe para la elaboración de los planes de acción de los mapas estratégicos del ruido en Castilla y León, promovidos por la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Movilidad que está en periodo de exposición pública.

En la unidad de actuación considerada, la salida sureste de Zamora "no hay población expuesta por encima de 55 decibelios, según el indicador Lnoche. Tampoco se localiza la existencia de edificios sensibles sanitarios o docentes expuestos a niveles superiores al límite correspondiente (centros de enseñanza, 60 decibelios durante el día; centros sanitarios, 50 decibelios durante la noche)".

Conclusión

Como conclusión, indica el informe, "en esta unidad de mapa no se ha considerado ninguna zona más expuesta al ruido que pueda ser objeto de un análisis detallado en lo referente a propuesta de medidas correctoras, ya que su análisis detallado ha permitido comprobar que no existe ninguna zona que cumpla con los criterios técnicos establecidos. La carretera autonómica CL-605, articula de sur a oeste, la zona sur de Castilla y León, es decir, las provincias de Segovia, Ávila, Salamanca y Zamora. Empieza en la salida a Santa María de Nieva de la N-110 y finaliza en la "calle Cabañales" (N-122), en el municipio de Zamora.

Los técnicos estudiaron el tramo desde su inicio en el kilómetro 168, y con final en el kilómetro 170, todo ello en el término municipal de Zamora. Son dos kilómetros que discurren principalmente por suelo interurbano. Por ello, "los edificios cercanos a la traza, son viviendas aisladas, naves industriales y casetas agrarias". El inmueble más destacado, próximo al kilómetro 169, es el Monasterio de la Ascensión.

La plataforma de este tramo se encuentra en su práctica totalidad a la altura de la cota del terreno, exceptuando los cruces con las carreteras A-66 y N-630 (ZA-20), que se eleva para cruzarlas a distinto nivel.

La velocidad máxima permitida en todo este tramo es de 90 kilómetros hora y la capa de rodadura está constituida por una mezcla bituminosa. La presencia de una rotonda en el trazado hace que la velocidad disminuya hasta 40 kilómetros hora a su paso.

Según indican las mediciones del estudio la intensidad media diaria en este tramo es de 5.589 automóviles, con densidades medidas horarias de 319 vehículos por la mañana, 342 por la tarde y 50 por la noche. En su mayor parte es tráfico de turismos, en tanto que el porcentaje de autobuses y camiones es muy bajo, según los datos de la Consejería.

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