La España mágica asusta en Zamora

Más de treinta mascaradas se citan en la capital en un desfile que reivindica la tradición y la recuperación de antruejos perdidos

Luis Garrido

Luis Garrido

Zamora es un territorio mágico en el que tradición, razón y superstición se dan la mano en una de las celebraciones más insólitas de cuantas se representan a lo largo del globo. Por eso, no es casual que esta ciudad sea la que, año tras año, se convierta en capital mundial de las mascaradas por un día. Tridentes, cencerros, tenazas, varas, ceniza, cuernos y cintas formaron parte del atrezo que en la jornada de ayer se reunió en la calle de Santa Clara ante la expectación de miles de ciudadanos con ganas de disfrutar siendo asustados. Al fin y al cabo, no hay certezas sobre el origen de estos ritos, pero todas las teorías coinciden en su labor de espantar. Y eso es lo que hicieron los grupos participantes.

Sobre estas líneas, los Caretos de Salsas (Portugal), durante el desfile de la máscara. A la izquierda, los Carucheros de Sesández de Tábara. A la derecha, el Zangarrón de Sanzoles. | |  EMILIO FRAILE

Sobre estas líneas, los Caretos de Salsas (Portugal), durante el desfile de la máscara. A la izquierda, los Carucheros de Sesández de Tábara. A la derecha, el Zangarrón de Sanzoles. | | EMILIO FRAILE / Luis Garrido

El intenso calor impropio del último día de septiembre no impidió a los cerca de cuatrocientos participantes enfundarse en sus trajes diseñados para el invierno y dar el espectáculo por Zamora. Más de una treintena de grupos se citaron en el centro de la capital procedentes de todos los puntos de la península. Asturias, Castilla y León, Extremadura y la región norte de Portugal estuvieron bien representadas por los pueblos donde todavía se conserva esta tradición que enriquece y que va a más. Tanto es así, que debutaron en estas lides dos mascaradas recién recuperadas como son los Carucheros de Sesnández de Tábara y la Fiera Corrupia de Almendra del Pan.

La España mágica asusta en Zamora

La España mágica asusta en Zamora / Luis Garrido

Zamora está apostando fuerte por erigirse como matriz de las mascaradas. En ningún sitio se conservan tantas como aquí. Y las nuevas generaciones que pueblan los núcleos de la provincia están intentando traer de vuelta tradiciones perdidas en el tiempo. Determinación frente a la despoblación, con la mirada puesta en un pasado que sí fue mejor.

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