"La formación docente es una pieza clave en la calidad del sistema educativo"

Nuevas propuestas en Formación Profesional, un paso más en la digitalización de las aulas, infraestructuras que mejoran el servicio y una Lomloe a pleno rendimiento. Así arranca el curso 2023-2024 en Zamora. El director provincial de Educación, Fernando Prada, desgrana las novedades y las actividades que se desarrollarán desde este septiembre.

–¿Cómo se presenta el curso, con la nueva ley de educación totalmente instaurada?

–El curso se presenta con más tranquilidad para todos, ya sabemos lo que hay que hacer, los docentes se tienen que encargar de las programaciones de los cursos pares y los centros educativos ya no tendrán tanta presión a la hora de hacer los proyectos curriculares, puesto que los hicieron el curso pasado.

–Una de las principales novedades es la escolarización de los niños de uno a dos años, ¿cómo ha resultado en Zamora?

–Los datos en Zamora de los cursos de uno y dos años y de dos y tres años, donde se ha incorporado la gratuidad, son de 809 alumnos, 289 en el primer caso y 520 del segundo. Todos ellos están distribuidos entre los centros públicos de la junta de Castilla y León, centros públicos de los ayuntamientos y centros privados.

–¿Se ha tenido que adaptar algún aula?

–Sí, en los centros públicos hemos adaptado tres espacios en los colegios de Riomanzanas, La Hispanidad y Arias Gonzalo, lo que ha supuesto una inversión de 150.000 euros.

La FP Dual es fundamental en este tipo de educación, adaptada al mercado laboral de Zamora

–¿Esta escolarización ha ayudado a la estabilización del número de alumnos en la provincia?

–Este curso se alcanza en Zamora la cifra de 19.762 alumnos, debido no solo a esta escolarización gratuita en el primer ciclo de infantil, sino también a la matrícula en la Formación Profesional. Lo que estamos viendo en los últimos años es una cierta estabilización en cuanto al número de alumnado, se crece muy ligeramente y a esto ha ayudado, sin duda, la escolarización de los más pequeños. La misión, desde el mundo de vista educativo, es llevar la educación a aquellos municipios o lugares donde, al menos, tengamos tres alumnos, porque cuando eso desaparece, por desgracia, no queda más remedio que cerrar algún centro.

–¿Se ha dado el caso este año?

–Este año no se ha podido abrir el colegio de Pajares de la Lampreana, pero mantenemos cinco centros con cuatro alumnos y otros cuatro con tres. Se trata, en el primer caso, de los colegios de Almaraz, Ferreruela de Tábara, Fariza, Manganeses de la Lampreana y San Juan del Rebollar. Con tres alumnos se está dando clase en Torregamones, El Pego y Santa María de la Vega. A este grupo, en principio, también pertenecía La Hiniesta, pero se incorporaron dos hermanos de una familia que se ha ido a vivir al pueblo, así que ahora son cinco alumnos.

–¿Habrá alguna novedad en la educación del ámbito rural?

–En octubre arrancan allí por primera vez actividades extraescolares. Es un proyecto de la consejería que, en este primer trimestre, se desarrollará en los colegios de Alcañices, Bermillo de Sayago, Villalpando, Morales del Vino y Villaralbo para alumnos de 5º y 6º de Primaria. Después se ampliará al resto de alumnos del entorno rural, añadiendo a estudiantes de 1º y 2º de Secundaria.

–¿Cómo ha ayudado el plan de estabilización del alumnado a la reducción de la tasa de interinidad?

–Los datos que tenemos del profesorado para este año son de 2.269 docentes, 48 más que el curso pasado. Pero las cifras de interinidad son las que hay a nivel general de la comunidad autónoma y, proporcionalmente, hay el mismo número en Zamora.

Esperamos que las humedades del María de Molina desaparezcan y poder tener las aulas listas para regresar la próxima semana

–¿Queda entonces mucho trabajo por delante?

–Hay muchísimo trabajo porque las cifras siguen siendo muy altas. Todos los cursos se convocan oposiciones en el ámbito educativo, con lo que se va reduciendo la interinidad. El próximo año se continuará apostando por ofertar nuevas plazas, principalmente en Primaria, pero también en otros cuerpos que así se establezcan.

–Interinos o funcionarios de carrera, una de las principales preocupaciones de los docentes es la evaluación de las competencias. ¿La administración va a ofrecer alguna herramienta de ayuda?

–Efectivamente, el año pasado, con la aplicación de la Lomloe, el sistema de evaluación cambió completamente. Hay que evaluar las competencias y eso supone muchísimo trabajo, una carga burocrática importante para los centros educativos y para el profesorado. Hay aplicaciones informáticas que se están diseñando para facilitar esa actividad y también está la formación continua que se ofrece los CFIE para estas tareas.

–¿Hay respuesta por parte de los profesores hacia estos cursos que se ofrecen de formación continua?

–La formación es una pieza clave en la calidad del sistema educativo de Castilla y León y en ese aspecto se está a la cabeza en la formación. Tenemos dos centros en la provincia a la vanguardia de todas las novedades que existen a nivel nacional e internacional que ofrecen las mejores actividades formativas a todo el profesorado.

–Hablaba antes del aumento de matrícula en Formación Profesional. ¿Qué acogida han tenido los nuevos grados y cursos de especialización puestos en marcha?

–Estamos creciendo continuamente en FP, llegando este curso en torno a los 2.500 alumnos. Todos los ciclos que se han puesto en marcha tienen la suficiente demanda para poder ser atractivos, sobre todo porque van a ofrecer al final una posibilidad de trabajo, que es lo que la FP defiende. Además, los cursos de especialización son importantísimos, porque ofrecen algo novedoso y que se adapta a lo que el mercado laboral necesita. Ejemplo de ello es el nuevo curso de panadería y bollería artesanal en el CIFP Ciudad de Zamora o los del IES Los Sauces vinculados al vehículo eléctrico. Ahí en concreto hemos invertido 25.000 euros para adaptar esa tecnología. La nueva oferta se completa en Zamora con dos cursos más de especialización que giran en torno a la ciberseguridad e Internet.

Los centros no tendrán tanta presión con los proyectos curriculares, porque ya están elaborados

–¿Sigue siendo la rama sanitaria la más demandada en FP?

–Eso no cambia. El último ciclo que se puso el año pasado de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico en el IES María de Molina está al completo y se han invertido 100.000 euros en maquinaria para que los alumnos dispongan de las mejores herramientas para conocer las últimas novedades.

–¿Se reforzará la FP Dual, teniendo en cuenta que la nueva ley le da un empuje?

–La FP Dual es uno de los elementos fundamentales de la FP, siempre adaptada al mercado laboral que tenemos en Zamora. Son las empresa las que tienen que ofrecer esos puestos, aunque el tejido productivo de Zamora es más orientado hacia la industria agroalimentaria y son normalmente empresa más familiares, por lo que quizá es más complicado implantar la FP Dual. Pero ponemos todo el esfuerzo necesario para incrementar ese número de alumnos.

–La digitalización también es parte del avance en la educación. ¿Qué novedades se pueden ver en Zamora?

–Después de la pandemia, todos nos dimos cuenta de la necesidad de que los centros educativos tuvieran nuevos recursos informáticos y telemáticos. El curso pasado y este se ha hecho un esfuerzo enorme para renovar cerca de 2.000 ordenadores portátiles y 2.500 equipos personales. También se ha renovado la totalidad de pizarras digitales por paneles digitales, más adaptados a las demandas actuales. Otro aspecto en el que se está trabajando es en el cableado de las aulas, para mejorar la conectividad con respecto al wifi. Se ha implantado ya en el 40% de los centros de Zamora.

Estamos viendo en los últimos años una estabilización de alumnos, se crece muy ligeramente

–¿Cómo se implanta en Zamora la Red de Alerta y Prevención del Suicidio y Conductas Autolíticas del Alumnado?

–Este plan de salud mental se implementó el último trimestre del pasado curso y este año se refuerza más, dotando a los equipos de orientación de seis nuevos orientadores y cuatro profesores técnicos de servicios a la comunidad. El objetivo es mejorar en la detección de estas conductas autolesivas y llevar a cabo acciones correctoras. En este programa se trabaja junto al Sacyl y a la Gerencia de Servicios Sociales. Todos debemos estar implicados en este ámbito de vital importancia.

–Igual que el acoso escolar.

–Es un aspecto que nos preocupa muchísimo, aunque Zamora tiene una de las tasas más bajas en este aspecto en Castilla y León. Antes de la pandemia teníamos un curso de alumnos mediadores que se desarrollaba en la Universidad Laboral y que vamos a recuperar. Ya estamos buscando ponentes para ponerlo en marcha cuanto antes.

–Durante el verano se han realizado obras de reforma y adaptación en centros educativos por valor de dos millones de euros. ¿Ha sido una inversión suficiente?

–Siempre queremos más, porque es necesario llevar a cabo muchísimas actuaciones de reforma o de sustitución, de menor o mayor tamaño. Una de las últimas importantes es reforma de la cubierta del instituto Claudio Moyano que supone cerca de 250.000 euros. Otras actuaciones de interés son los trabajos en los colegios de Moraleja del Vino y Arcenillas, con la ampliación de un aula.

No se ha podido abrir el colegio de Pajares de la Lampreana, pero mantenemos nueve más con tres y cuatro estudiantes

–¿Eso significa que ha habido un incremento de alumnos?

–Así es y fue el propio ayuntamiento el que nos trasladó esa necesidad. Dentro de la planificación se pidió ese incremento presupuestario que está en torno a los 200.000 euros. Estamos con el proyecto y la licitación correspondientes para que se adapte el espacio y funcione lo antes posible.

–Una obra importante que es está llevando ahora a cabo es la del María de Molina. ¿Cómo se está solventando el problema de las filtraciones?

–El fin de semana pasado sufrimos el problema de filtraciones desde la cubierta precisamente cuando se estaba trabajando en esa zona por las importantes lluvias que cayeron. Hemos tenido que tomar una serie de medidas para que esas aulas estén habilitadas lo más rápidamente posible y, mientras tanto, cuatro grupos de 1º de Bachillerato se han trasladado a la Escuela Oficial de Idiomas. Esperemos que la próxima semana, si el tiempo se mantiene estable, la humedad vaya desapareciendo y podamos tener las aulas dispuestas en las condiciones óptimas para que puedan regresar.

–¿Se podría haber hecho antes de la época de lluvia esa parte de la obra?

–Es una obra que depende directamente de la Consejería de Educación y hay un plan de trabajo que hay que respetar, aprobado por las oficinas de proyectos. Podría haber coincidido perfectamente en verano si se hubiera hecho al revés, pero nunca sabes el momento idóneo para llevar este tipo de actuaciones que son importantes. Hemos intentado responder ante este imprevisto de la forma más rápida posible, siempre agradeciendo al equipo directivo del instituto la rápida atención y colaboración que nos han prestado.

–¿Afectará a los plazos de finalización?

–No, la ejecución va correcta y ya se está impermeabilizando toda la cubierta. Se ha reforzado la zona que está más afectada para que si se producen lluvias fuertes no vuelva a ocurrir las filtraciones.

–Ya en marcha, pero todavía para largo tiempo, también está la obra del nuevo Conservatorio, ¿en que momento se encuentra?

–Es una obra importantísima para toda la comunidad educativa y para Zamora. Habrá un edificio donde van a estar ubicadas las aulas y las salas propias de clase del conservatorio, totalmente insonorizadas y equipadas. La otra parte, que será el auditorio, ofrecerá un espacio para toda la comunidad educativa y para la demanda que pueda surgir en Zamora, puesto que tendrá un aforo en torno a las 800 personas.

El auditorio del Conservatorio será un espacio para toda la comunidad educativa y para la demanda de la propia ciudad

–¿Qué plazos se manejan?

–Esperamos que en el año 2025 esté terminada, si todo va en orden, como hasta ahora. Una vez finalizado, está comprometida también una inversión de un millón de euros para dotarlo del equipamiento necesario.

–Mientras tanto, el propio Conservatorio sigue creciendo, con nuevos cursos.

–Con guitarra eléctrica y bajo se inicia el desarrollo de música moderna en este centro. Tenemos ya al profesorado que va a impartir estas enseñanzas y hemos dispuesto una partida de 18.000 euros para dotar de estos instrumentos nuevos al Conservatorio y renovación de material.

–Los padres son una parte también fundamental en la educación. ¿Cómo es su relación con las ampas y la FAPA?

–Las reuniones con la federación han sido siempre muy fluidas, tanto con la anterior directiva como con la actual. Si no tenemos ese contacto diario, no podemos solventar cualquier problema que los padres aprecien en cualquier centro educativo. Contamos con dos comisiones específicas, de comedores y de transporte escolar, en las que participan. La comunicación es siempre muy fluida y los problemas que nos trasladan son los del día a día del funcionamiento de los centros. Tienen una comunicación directa con la Dirección Provincial de Educación y conmigo mismo.

–¿Qué deseo general tiene para este curso?

–Que se desarrolle con normalidad. Para poner un curso en marcha hay que trabajar muchísimo y lo hacemos ya desde enero, siendo los meses de junio julio y agosto los más intensos. Por eso siempre tengo que agradecer el enorme trabajo que hace el equipo de la dirección provincial y los equipos directivos de los centros para que todo se desarrolle con normalidad. Mi deseo es que este curso nos dediquemos a enseñar para que los alumnos aprendan y que saquemos adelante el sistema educativo de Zamora y de Castilla y León con la mejor calidad para todos.

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