Tecnología y proximidad para situar al cliente en el centro

Felix Nogueira, trabajador de Aquona desde hace 28 años, cuenta cómo ha evolucionado su trabajo diario y destaca la vocación de servicio de todo el equipo

Dos de los lectores de Aquona en Zamora.

Dos de los lectores de Aquona en Zamora.

AQUONA

La gestión eficiente y sostenible del ciclo integral del agua es una de las señas de identidad de Aquona, la empresa que, desde hace más de 50 años, trabaja para llevar agua de la máxima calidad a todos los hogares de Zamora. No obstante, los servicios de esta empresa van más allá del abastecimiento, la gestión de la red y la atención al cliente. La lectura de contadores, que permite conocer el consumo de agua en cada momento, es otra de las patas que sustenta la labor diaria de Aquona.

En Zamora, los encargados de realizar las lecturas de los contadores son José Manuel Abad, Fernando Puente y Félix Nogueira. Los podrás ver por las calles de la capital zamorana, debidamente uniformados e identificados, esforzándose siempre por el trabajo bien hecho al servicio de las personas.

Félix Nogueira lleva 28 años en la empresa y unos cuantos ya como lector de contadores. “Tanto yo como mis compañeros trabajamos en la calle, haga frío o calor, llueva o haga sol”, ha apuntado este empleado de Aquona, que ha reconocido que el trabajo como lector facilita la vida a los zamoranos, ya que, gracias a la lectura de los contadores de agua, los usuarios pueden saber si su consumo es el normal o si, por el contrario, es algo elevado. “Podemos ver incluso si hay una fuga de agua: la lectura nos dice todo en cuanto al consumo que hacemos”, ha apuntado.

El equipo de lectores de Aquona ejerciendo trabajos rutinarios.

El equipo de lectores de Aquona ejerciendo trabajos rutinarios. / AQUONA

Respetuosos con el entorno

Aquona, independientemente del área en la que se encuentre, cuida del entorno. En este caso, las lecturas de los contadores, tal y como ha explicado Félix Nogueira, se realizan con unos terminales móviles que permiten que la carga y descarga de los datos se hagan en remoto, sin necesidad de desplazamientos innecesarios. Con ello, no sólo se elimina el uso del papel, sino que también se reduce la emisión de CO2.

Estos terminales, por cierto, solicitan que el lector realice una fotografía del contador. De este modo, se consigue una mayor fiabilidad de los datos registrados y una mayor transparencia en la gestión. Aquona mantiene así su apuesta por las soluciones tecnológicas y digitales, algo que sirve para construir un ecosistema de gestión cada vez más sostenible y, por tanto, más respetuoso con el medio ambiente.

Las lecturas de contadores, ha informado Félix Nogueira, se realizan cada dos meses. En el caso de no estar en la fecha prevista para la lectura del contactor y que el lector no pueda realizarla, el cliente puede facilitarla a la empresa a través de sus canales de atención. Tan sólo serán necesarios el número de contrato y la lectura del consumo, esto es, los dígitos en color negro situados antes de la coma, que son los que determinan los metros cúbicos de consumo.

Una vez el usuario tenga esos datos a mano, ha señalado el lector, podrá trasladarlos a Aquona a través de la web (www.aquona-sa.es); mediante el número 900 816 200, disponible 24 horas al día durante todo el año; y a través del número de WhatsApp 630 21 05 03, de lunes a viernes desde las 08.00 hasta las 21.00 horas.

Cerca de las personas

Toda esta diversidad de canales para poder hacer gestiones, como facilitar la lectura del contador, responde al nuevo modelo de atención al cliente denominado Contigo. Se trata de poner a las personas en el centro para que elijan el canal, ya sea presencial o telemático, por el que quieren realizar sus gestiones, en función de sus necesidades.

Por supuesto, Contigo ha implicado una transformación digital y tecnológica pero sin perder el trato de proximidad con los clientes.”Me gusta el contacto con la gente, me gusta mucho este trabajo”, ha confesado Félix Nogueira, que ha recordado cómo, en ocasiones, las personas más mayores, muchas de las cuales viven solas, saben en qué fecha van a pasar por su domicilio para leer los contadores de agua. “Nos esperan, hablan con nosotros y, aunque sea por un rato, se sienten acompañados”.