Aparecen las llaves de los santos de Zamora

La Cofradía de los Caballeros Cubicularios ha recuperado el juego de doce llaves del siglo XIII que el anterior presidente, Francisco Javier García Faria, se negaba a entregar tras su cese a la Comisión Gestora presidida por Sergio Rodríguez López-Ros. Se trata de unas llaves catalogadas por la Junta de Castilla y León como Bien de Interés Cultural (BIC), y que son uno de los tres juegos, junto con el que conserva el Obispado y el que conserva el Ayuntamiento, que permiten acceder a las arquetas con las reliquias de San Ildefonso y San Atilano, tras abrir a su vez las rejas. Al ser distintas, hace falta el concurso de las tres.

La Comisión Gestora se queja que desde el cese del anterior presidente, "los miembros de la Comisión Gestora han tenido que sufrir constantes comentarios vejatorios por whatsapp y email, así como dos cartas al director en LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que hemos aguantado con el temple del alistano Viriato" . Pero "no íbamos a parar hasta recuperar uno de los símbolos de Zamora".

Ante el reconocimiento público de Faria de que tenía las llaves en su poder Cofradía "puso el asunto en manos de la justicia eclesiástica y, asesorada por el prestigioso Grupo de Patrimonio de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, logró ejercer la presión necesaria para que García-Faria las entregara. Las llaves aparecieron de su escondrijo y fueron entregadas el 20 de junio al notario-actuario de la diócesis, quien las ha devuelto a la Real Cofradía, que las custodia ahora en un lugar seguro".

"No hay palabras para agradecer su actuación a la Guardia Civil, especialmente al teniente coronel Juan Jesús Reina y al teniente Juan José Águila", afirma la Comisión Gestora, quien ha tenido también el apoyo de la Comandancia de Zamora.

Versión de García Faria

El expresidente Cubiculario, Francisco Javier García Faria, mantiene que las llaves, "propiedad de la cofradía desde hace 800 años", "han permanecido en poder del Mayordomo-Presidente cumpliendo con la responsabilidad del cargo y con el único deseo de entregarlas al nuevo Consejo Capitular, resultado de unas elecciones libres y democráticas", que no se han producido aún debido a la prórroga del mandato de la Gestora.

Al no haber elecciones a la vista Faria deposita las llaves en una Notaría el 20 de marzo, pero el notario recibe "presiones de todo tipo" por parte de la Gestora, que denuncia a la Guardia Civil, cuya "intervención ha quedado en una mera aclaración de la situación actual".

Por ello, siempre según el expresidente, las llaves se llevan a la Notaría Eclesíastica con la condición, aceptada por su titular, de tenerlas en guarda y custodia sin poder hacer uso de ellas hasta que unas elecciones designen un nuevo Consejo Capitular.

Faria dice que ha cumplido su deber y que ha solicitado al obispo, como máximo responsable de la Gestora "que me dejen vivir en paz y terminen con tanta maledicencia contra mi persona".

Suscríbete para seguir leyendo