La creación de Fernando de Dios
El artista zamorano protagoniza una amplia exposición en un templo con culto en la localidad salmantina de Calvarrasa de Arriba
Las casualidades no vienen solas y buena cuenta de ello puede dar el artista Fernando de Dios.
Entre los muchos visitantes a su muestra "Vestigios", donde sus piezas contemporáneas dialogaban con los elementos que integran la colección permanente del Museo Etnográfico de Castilla y León, estuvieron vecinos de la localidad de Calvarrasa de Arriba que efectuaron una visita al centro cultural regional asentado en Zamora con su asociación cultural.
Entre ellos estaba el sacerdote José Ramón Campos que, desde hace varias décadas, se encarga de buscar artistas de vanguardia que exhiban sus piezas en la iglesia del siglo XVI del municipio charro donde combina la exhibición de arte, en una parte preparada con paneles, y las celebraciones religiosas.
El cura contactó con el artista abstracto porque su creación "me llamó la atención por la fuerza expresiva del color, su uso de los materiales y lo que insinúan sus obras", certifica el presbítero que le planteó trasladar las piezas exhibidas en el Etnográfico a su templo.
No obstante, la existencia en la intervención de piezas pequeñas obligó a replantar el proyecto que De Dios exhibió en el centro regional con sede en la capital zamorana.
"Et principio" reúne más de 40 creaciones, 33 pinturas y diez esculturas, efectuadas por el artista a lo largo de los últimos cuatro años, las pinturas en óleo y acrílico sobre lienzo o papel montado sobre tabla, mientras que para las esculturas ha recurrido a plástico reciclado y a una madera le ha dado nueva vida como pieza escultórica.
Para Fernando de Dios esta muestra "fue una auténtica sorpresa" y presentarla en un espacio tan especial es "un reto" tras pasar por exhibir en un museo." No es un espacio expositivo al uso y siempre se aprende" señala.
El zamorano ha planteado la exposición como un recorrido donde la bienvenida la da un cuadro de gran tamaño con un texto que enlaza con una escultura y pinturas de formato mediano en tonalidades oscuras y paulatinamente va modificando e incrementado el tono de las aportaciones hasta el ábside, donde ha ubicado una pieza grande, de dos metros, arropada por esculturas y pinturas grandes dimensiones. A partir de ese punto, el artista ha situado creaciones donde va descendiendo la intensidad cromática para concluir con otra pieza grande y oscura.
La muestra presenta "la parte más espiritual que tiene el arte" aporta el zamorano al tiempo que el sacerdote añade que "lo espiritual está en lo que insinúa. Hay una fuerza divina que va organizando los colores, los espacios, la luz desde un elemento muy creativo y poderoso. Lo espiritual es encontrar dentro de nosotros, a través del arte, la presencia misteriosa de lo divino".
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