Las comunidades energéticas no sólo son inversiones rentables económicamente, sino que fomentan en uso de energías limpias favorables para la salud del planeta. Es la tesis que defendió este miércoles en Zamora Santiago Campos, de EnergÉtica cooperativa, que es la cooperativa de energías renovables de Castilla y León. Esta conferencia, titulada “Comunidades Energéticas. Instrumentos para una transición justa para la ciudadanía”, daba inicio al ciclo organizado para los próximos meses por Ecologistas en Acción de Zamora. Aunque aún bastante desconocidas para la población general y con muchas trabas para su puesta en marcha, las comunidades energéticas están saliendo adelante en buen número en todas las provincias de Castilla y León, incluida Zamora.

–¿Qué son las comunidades energéticas?

–Para decirlo en pocas palabras, una comunidad energética es un grupo de personas que se junta para resolver sus necesidades energéticas de cualquier tipo. En el caso de la electricidad es un grupo de personas que se junta para hacer una instalación colectiva de placas solares de autoconsumo fotovoltaico que sirva para abastecer las necesidades de luz, de electricidad, de sus vecinos.

–¿Las de este tipo suelen ser las mas habituales?

–Si, son las mas fáciles porque ya está desarrollado legalmente en España en autoconsumo colectivo. Pero las hay de coches, por ejemplo, una comunidad energética cooperativa de movilidad, personas que compran un coche eléctrico y lo utilizan entre diez, veinte, treinta o cincuenta usuarios, como es el caso de la cooperativa de movilidad que hay aquí en Castilla y León. Hay otras que son redes de calor, por ejemplo: una única caldera de astilla, pellets, de biomasa que sirve para distribuir el calor a través de tuberías a los vecinos o vecinas interesadas. De hecho, una comunidad de vecinos que tiene una caldera comunitaria es una comunidad energética. Parece algo tan moderno y sin embargo lleva funcionando toda la vida.

–¿En que ha centrado su conferencia de Zamora?

–De lo que hablamos en esta jornada de Zamora son de las eléctricas fundamentalmente, las instalaciones colectivas de electricidad.

–¿Cuesta mucho ponerse de acuerdo para crear una comunidad energética?

–Depende de la voluntad de las personas. Nosotros desde la cooperativa estamos apoyando varias de estas comunidades. Son procesos lentos, pero no porque haya mucho que discutir, sino porque hay que barajar conceptos complejos. De entrada hay que entender cómo funcionan, en qué consisten, las repercusiones que tienen para poder hacerlo aquí. Porque también es verdad que las distribuidoras, las compañías eléctricas, no están poniendo facilidades para crear las comunidades e intentan retrasar la tramitación bastante tiempo. Pero es que al final es normal que sean procesos lentos porque al final hay que discutir muchas cosas: quién lo paga, dónde se pone, los acuerdos a los que hay que llegar con el propietario de la cubierta, por ejemplo si es una comunidad de vecinos que cede la azotea o tejado para el uso de los vecinos, o si es un Ayuntamiento para los ciudadanos del entorno. Hay que dedicarle un ratito a estas cuestiones, pero una vez puesto en marcha el funcionamiento es muy sencillo y es automático.

–¿Económicamente salen los números?

–Claro, sin duda. Como en todo, depende: por ejemplo, cuando tu te compras un frigorífico ¿te salen los números?. Depende de las expectativas, del plazo que te des de amortización y el uso que vayas a hacer de él. Y sobre todo depende de lo que quieras hacer con el dinero que tienes en tu bolsillo. Si lo que quieres es tener en un banco por ejemplo tres mil euros o prefieres tener esa cantidad en unas placas que te van a producir electricidad durante los 25 próximos años. Las cuentas salen, tanto a tu bolsillo como al del planeta.

–¿Qué plazo de amortización puede tener una instalación de este tipo?

–Es variable, sobre todo según tu perfil de consumo. Si eres un usuario que utiliza la electricidad sobre todo en horas solares y te acostumbras a cambiar un poco tus hábitos para concentrar la mayor parte de los consumos en horas solas, si electrificas tus consumos, por ejemplo si tienes la calefacción de gas y la cambias a una de aerotermia y la pones en funcionamiento en las horas solares para que suelo actúe de acumulador y utilice ese calor que acumulas en las horas solares para las noches y además es una instalación colectiva, mucho más barata que la individual, puedes amortizar tu instalación en cuatro o cinco años. Y si no cumples esos condicionantes, a lo mejor puedes tardar siete u ocho años en amortizarla. Pero vamos son plazos de amortización mucho más rentables que el retorno que te da ese mismo dinero metido en un banco o en un fondo de inversión.

–¿Cuáles son los frenos para el desarrollo de las comunidades energéticas?

–Son varios. Por orden, el principal son las trabas de las distribuidoras. Nos estamos encontrando con muchísimos problemas por las distribuidoras que son las que tienen que dar la autorización, digamos, de los repartos del autoconsumo a los comuneros, a los propietarios y están ralentizando muchísimo las instalaciones. Hay instalaciones que están puestas desde mayo y todavía a fecha de hoy no están pudiendo aprovecharse porque la distribuidora lleva dilatando los plazos. También la administración, porque tienen gran saturación de expedientes. Son muchísimas las instalaciones que se están poniendo en Castilla y León y en Zamora, pero los técnicos de las administraciones son los mismos y no dan abasto.

–¿Y por parte de la gente?

–El segundo problema yo creo que es el desconocimiento, la gente todavía tiene miedo, no saben cómo funciona esto, si “la luz me va a llegar” o “qué va a pasar por las noches” estas cosas que por desconocimiento también retraen un poco, aunque cada vez hay más gente que se atreve. Y la tercera son las barreras sociales, hay que llegar a acuerdos, al final tenemos que hablar con personas, llegar a consensos y ponerlos en un papel. Cómo hacerlo, a muchas personas les retrae. Nosotros somos cooperativa y estamos acostumbrados a ese tipo de cosas, a decidir colectivamente y grupalmente y no nos da ningún temor, es algo normal. De todas formas el número de personas que se están interesando por esto es cada vez mayor y nosotros estamos sobrepasados, tenemos un exceso de demanda que no podemos cubrir, por lo que se demuestra que son barreras que se están limando poco a poco.

–¿Qué es EnergÉtica Cooperativa?

–Somos la cooperativa de energías renovables de Castilla y León. Somos ahora mismo más de dos mil socios en las nueve provincias, sin ánimo de lucro, y nos hemos establecido para proveer de servicios energéticos, de asesoría a nuestros socios y socias. Somos como el asesor energético de nuestros socios en varios aspectos, las instalaciones de autoconsumo, de autoconsumo compartido, las instalaciones energéticas, también hacemos asesoría o reformas en climatización para personas que quieren quitarse la caldera de gas y buscar otras alternativas renovables y más sostenibles, les hacemos los proyectos e instalaciones. Y comercializamos electricidad de origen renovable: nuestros socios tienen el contrato de la luz en vez de con las grandes eléctricas de turno con su propia comercializadora, con nuestra propia empresa, con electricidad certificada de origen renovable. Por otro lado hacemos auditorías, estudios de eficiencia, investigación...

–Y dice que todo esto está en auge.

-Y tanto, hay muchísima demanda. Nosotros, por ejemplo, desde el pasado mes de mayo no aceptamos nuevos proyectos porque no tenemos capacidad de absorber más.