Visibilizar es la mejor manera de llamar la atención para que la sociedad tenga en cuenta la dura realidad que sufren muchas personas que lo han perdido todo y se han quedado en la calle. Una parte de ellas —acogidas en la Casa Betania, que gestiona Cáritas Diocesana de Zamora— participó ayer en la céntrica calle Santa Clara para dar voz a su situación, con motivo de la celebración del Día de las Personas sin Hogar, que se celebra este domingo, 30 de octubre.

“Fuera de cobertura” es el lema de la campaña de este año, con el que se quiere hacer referencia a esa falta de cobertura tanto sanitaria como social o legal que tienen las personas que han perdido sus viviendas y se encuentran en la calle sin apoyos de ningún tipo.

Hacerse oír en pleno centro

En Santa Clara, un grupo de participantes estaba “enganchado” en una red, mientras que otros se quedaban fuera. Los primeros, amparados por el sistema, portaban carteles en los que se podía leer términos como “hogar”, “integración”, “ayuda” o “protección”, mientras que los que se situaban al otro lado tenían carteles con palabras más dramáticas, vinculadas a su situación, como “rechazo”, “calle”, “pobreza”, “soledad” o “exclusión”.

Carteles de la campaña sobre la Personas sin Hogar de Cáritas. EMILIO FRAILE

Acompañados estuvieron por voluntarios y trabajadores de Casa Betania, todos ellos uniformados con camisetas alusivas a esta celebración, con el deseo de que nadie se quede sin hogar.

Una voluntaria del programa fue la encargada de alzar la voz para leer el manifiesto de este año, haciendo alusión a que las personas sin hogar son como aquellas que no están conectadas en una sociedad hiperconectada como la actual. En su caso concreto, “están sin conexión de los servicios públicos de la comunidad en la que viven, sin conexión de relaciones sociales y relaciones familiares, sin conexión con su salud física y mental, sin conexión de sus propios recursos personales y posibilidades y, finalmente, sin conexión a su propia dignidad, merecedores del derecho a la libertad, a la educación, a la cultura, a la sanidad, al trabajo, a la vivienda, a construir una familia, a participar de la sociedad en la que vivimos, sino conexión al derecho a la vida”, enumeró.

Conectados a la soledad

Pero a lo que sí que, por desgracia, están conectados es “a la soledad, al sinhogarismo, a las miradas de rechazo y negación, a la atención social itinerante, a la mirada asistencial que genera dependencia”. Por ese motivo, desde el manifiesto se reivindica “la implantación de estrategias que ayuden a paliar esta situación y a proporcionar recursos integrados que dignifiquen la vida de las personas en situación sin hogar”.

Participantes en el acto de las personas sin hogar de Cáritas. EMILIO FRAILE

La actual crisis social no hace más que hundir a este colectivo, sin apenas oportunidades de salir adelante, solo con la mano tendida de entidades como Cáritas Diocesana, desde donde se solicita a la sociedad que no retire la vista de lo que está pasando. “Conectemos con una mirada amplia y compleja de las realidades y los itinerarios vitales. Las personas en situación sin hogar son cada vez más jóvenes y diversas. Cada vez hay más mujeres que parten siempre de situaciones invisibles para la sociedad”, advierten. Un llamamiento que también se les hace a las administraciones y la clase política para que “conecten” con las realidades de estas personas.

Música para la esperanza

El acto concluyó con una versión de la famosa canción de Pedro Guerra, “Contamíname”, que popularizó Ana Belén, donde los participantes adaptaron la letra para lanzar un último mensaje de esperanza y solidaridad con su situación.