La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

Impagable Cáritas

La actitud solidaria, de servicio, generosa y universal de Cáritas

LA TRABAJADORA SOCIAL ATIENDE A LOS USUARIOS DEL COMEDOR DE CÁRITAS EMILIO FRAILE

Soy muy de Cáritas, lo reconozco. Tengo razones y argumentos contundentes que me hacen permanecer fiel a su acción caritativa y social y a su afán por transformar la sociedad, siempre desde el amor al prójimo y a un trabajo bien hecho. Cáritas nunca defrauda. Dicho lo cual vuelvo a sentirme orgullosa de su actitud, de su compromiso, de su disponibilidad cuando soplan malos vientos, cuando pinta en bastos, cuando los demás se lavan las manos y Cáritas permanece por duro y difícil que sea el momento.

No se puede discutir la actitud solidaria, la actitud de servicio, la actitud generosa y universal de Cáritas y de la Iglesia zamorana, cuyo comandante en jefe, don Fernando Valera, no se ha dormido en los laureles. Como no lo ha hecho su capitán, Antonio Martín de Lera. En esta ocasión, poniendo a disposición de la Junta de Castilla y León y de otras instituciones, sus residencias, para así, poder acoger a las personas desplazadas de los puntos geográficos donde el fuego ha vaciado los pueblos de almas y las almas de esperanza.

Son muchos pueblos los desalojados. Zamora arde por los cuatro costados y un pabellón polideportivo no puede ser la única solución. Por eso, Cáritas ha puesto a disposición de los afectados para alojarlos, para acogerlos, sus residencias de Alcañices, Carbajales y Fermoselle. Desde la residencia de Carbajales también se dispensa agua y alimentos a los afectados más necesitados, más vulnerables.

Además de sus recursos, Cáritas pone su experiencia al servicio, siempre con esa actitud, de todos los damnificados. Esa es la palabra. Porque son doblemente damnificados, por la Administración autonómica y por el fuego devastador

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Me gusta la actitud de Cáritas poniendo todos y cada uno de sus recursos materiales y humanos al servicio de los afectados. Tengo para mí que ha hecho honor a su nombre, haciendo lo que debía hacer. En Cáritas son expertos en muchas cosas y en sus residencias son fundamentalmente expertos en personas mayores, en personas con necesidades médicas de todo tipo y todo ese caudal han querido ponerlo al servicio de esos zamoranos de tantas localidades de la provincia, a los que el fuego ha desalojado, queriendo abrasar sus raíces. ¡Me comen la impotencia y la rabia que siento!

Esta situación se podía haber evitado o por lo menos paliado en gran medida si las administraciones hubieran hecho los deberes que les corresponden. Pero, ni eso. La labor de Cáritas es impagable. Además de sus recursos, Cáritas pone su experiencia al servicio, siempre con esa actitud, de todos los damnificados. Esa es la palabra. Porque son doblemente damnificados, por la Administración autonómica y por el fuego devastador. Los zamoranos estamos con el corazón encogido.

Me pregunto, ¿en qué podemos ayudar los zamoranos, cómo, de qué forma? Con el deseo de que seamos eficaces y efectivos, como Cáritas.

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