La Opinión de Zamora

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Los hoteles de Zamora rozan el lleno total para los días del puente de agosto

El movimiento turístico y el aluvión de retornados provocan que las reservas estén prácticamente al completo durante el fin de semana

Un grupo de personas se fotografía en el Merlú. | Jose Luis Fernández

Zamora afronta el puente de agosto con las perspectivas habituales: se espera lleno total. Las reservas hoteleras respaldan esa previsión, al exhibir ya porcentajes de ocupación superiores al 95% para el fin de semana. En estos momentos, resulta complicado encontrar una habitación tanto en la capital como en la provincia, y a esa realidad se suman las personas que pernoctan en las viviendas familiares de los pueblos. Si todo marcha como debe, el movimiento turístico y el aluvión de retornados permitirán que el territorio cuente, desde hoy, con 100.000 vecinos que normalmente no residen en la zona a lo largo del año.

Un verano "raro"

Desde el punto de vista de los hoteles y de la restauración, este lleno total supone un impulso en el contexto de un verano que está siendo “raro”, según el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios Hosteleros (Azehos), Óscar Somoza: “Julio ya se cerró en falso y agosto no ha mejorado los datos de 2021”, sostiene el representante del sector, que evita la euforia y que recuerda que este puente siempre suele deparar llenos más allá de la tendencia que se haya detectado previamente.

Somoza constata que aún queda alguna habitación suelta para los próximos días, aunque lo cierto es que las opciones ya son muy aisladas tanto en la capital como en la provincia. De hecho, en comarcas como Sanabria es imposible hallar alojamiento para la noche del sábado al domingo, mientras que para los días anteriores o posteriores apenas aparece algún establecimiento por la zona con precios bastante elevados.

Sanabria y los Arribes, llenos

Precisamente, el entorno del Lago de Sanabria y de los Arribes cumplen con claridad ese objetivo de colgar el cartel de no hay habitaciones disponibles en la provincia. A esos atractivos turísticos se unen, además, las fiestas patronales que se celebran de manera habitual estos días en honor a los patrones de cada localidad y que provocan la llegada masiva de hijos de la tierra a sus lugares de origen, un arrastre que, en mayor o menor medida, también repercute en la ocupación hotelera, y más después del vacío de 2020 y 2021.

En todo caso, desde Azehos, Somoza advierte de la peligrosa caída del consumo que se está percibiendo en el sector: “El bolsillo da para lo que da”, razona el representante de los hosteleros zamoranos, que apunta a la subida de los precios como un elemento disuasorio para las familias y que habla de un cierto “desasosiego” ante los mensajes que hablan de un otoño complejo a nivel económico.

El daño de los incendios

Óscar Somoza considera que tampoco hacen demasiado bien las restricciones impuestas en relación al ahorro energético, así como determinados mensajes relacionados con las olas de calor o con los incendios que han asolado a la provincia. En este último punto, los hosteleros se han encontrado con llamadas e incluso con cancelaciones por el temor de los turistas a encontrarse su destino calcinado, por lo que el representante de Azehos pone el foco en el hecho de que se ha quemado un 6% de la provincia: “Es mucho, una desgracia, pero no ha ardido Zamora entera”, indica.

Con todo, la expectativa es que, una vez pasadas varias semanas tras los incendios de Losacio y de la Sierra de la Culebra, el impacto mediático de esas noticias se vaya reduciendo y, de la mano de esa realidad, vaya mermando también su influencia en la elección de los turistas. Para Somoza, el mejor escenario implicaría un final de agosto positivo, en el que se alcancen cifras paralelas a las que se lograron en 2019 o incluso en un 2021 que fue bastante bueno para el sector, a pesar de la sombra de un COVID cuyo efecto se ha ido disipando para alegría de los negocios.

Un final de verano positivo

Además, los responsables de los hoteles también confían en que la campaña no concluya de forma súbita cuando termine agosto, sino que septiembre sea un mes muy positivo para el sector. De hecho, lo ideal para Somoza sería que el arrastre del buen tiempo contribuyera a mantener un elevado nivel de ocupación y de gasto hasta el puente del Pilar, una posibilidad que permitiría compensar de algún modo lo ocurrido en las primeras semanas del verano.

En realidad, el trabajo profesional e institucional que se está llevando a cabo en la provincia de Zamora busca precisamente desestacionalizar el turismo, con el fin de lograr que los establecimientos hoteleros y la restauración trabajen con una cierta alegría durante todo el año. Por ese camino van las campañas que se elaboran para atraer visitantes, que parten de la base de que fechas como esta época central del verano o la Semana Santa prácticamente se venden por sí mismas, sin necesidad de ofrecer un impulso externo.

En todo caso, mientras se trabaja en ese fortalecimiento del turismo en todas las estaciones, los negocios son conscientes de la necesidad de aprovechar oportunidades como la del 15 de agosto para hacer caja y rentabilizar que esta provincia, habitualmente escasa de vecinos, se desborda de gente en su oasis anual. Comienza ya el puente de las comarcas llenas.

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