Hasta la lluvia respetó ayer a la Virgen de la Soledad, que logró desfilar bajo un sol primaveral desde la iglesia de San Juan hasta la Catedral, y regresar sin que las nubes enturbiaran lo que ha sido casi el pistoletazo de salida de la Semana Santa zamorana.

Las caras de cientos de ciudadanos agolpados en torno al templo, armados con sus móviles para inmortalizar el evento, lo decían todo: “emoción, lágrimas y muchas, muchas ganas de volver a las calles con la Virgen”, a revivir la Pasión zamorana. Podría decirse que el ensayo general, tras estos dos años de resignación impuestos por la pandemia del COVID, fue la procesión extraordinaria organizada ayer por la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación con motivo del Año Jubilar de la Diócesis.

El público tira de móvil para inmortalizar a una de las imágenes más queridas por los zamoranos. | Emilio Fraile

La impaciencia por volver a ver a la Soledad se palpaba en la Plaza Mayor entre grandes y chicos que llenaban las aceras, muchos ya colocados en el recorrido. Una impaciencia que se contagió a la cofradía, que apenas habían dado las 11.30 cuando la imagen de Ramón Álvarez dejaba atrás la puerta oeste de la iglesia de San Juan, sobre la mesa a ruedas, para colocarse en el lateral y asistir al ritual que precede al desfile.

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GALERÍA | La procesión extraordinaria de la Virgen de la Soledad, en imágenes Emilio Fraile

La Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía acompañó a la Soledad, así como La Banda de Música de Zamora que en la Plaza Mayor interpretó ante la imagen “El Dolor de una Madre” y “Mater Mía”, y en el recorrido hacia la Catedral “Getsermaní”, “Crucifixión”, “Los clavos”, “Perdónalos” y “Todo está cumplido”, explicaba el director Manuel Alejandro López. Un acompañamiento especial por tratarse de la procesión extraordinaria con motivo del Año Jubilar.

VÍDEO | La Soledad procesiona por las calles de Zamora

VÍDEO | La Soledad procesiona por las calles de Zamora S. A.

En el camino de vuelta, fue La Banda Nacor Blanco la que puso la música al desfile.

En la Catedral esperaban el turno de entrada 400 ciudadanos para asistir a la misa presidida por el obispo de Zamora, Fernando Valera, en la que participaron varios sacerdotes, entre ellos, el maestro de capilla de la Catedral de Roma, Marco Frisina, que lanzó un mensaje en la homilía para denunciar “la violencia” e incidir en que “el mundo quiere paz”. El barítono zamorano Luis Santana puso voz durante la eucaristía, al “Ave María”, desde el coro.

Marta Alonso prepara el adorno floral de la mesa de la imagen de Ramón Álvarez en San Juan. Cedida

Los nervios ya habían cedido, los hermanos y las hermanas ya más serenos después del primer recorrido, incidían en “la gran emoción” experimentada, como confesó la abadesa de la cofradía, María Ángeles Sánchez Martín, “fui llorando prácticamente" durante todo el recorrido, “ha sido maravilloso”. Las hermanas tenían “muchas ganas” de desfilar con la Virgen, “ha sido todo muy emotivo, íbamos con la piel erizada , ha sido un acto muy distinto y especial”, agregaba la viceabadesa, Cristina Román.

El presidente de la Cofradía, José Ignacio Calvo Bartolomé, por fin tranquilo, tras la incertidumbre que las previsiones de lluvia había puesto en primer plano horas antes, se felicitaba “porque haya amanecido con este sol. Esto solo quiere decir que cuando sale nuestra Virgen de La Soledad se abre un rayo de luz a la esperanza. Hemos podido disfrutar de este día magnífico con la Virgen, la gente se ha volcado”, se explayaba, a punto de enfrascarse con su directiva en preparar el Viernes y Sábado Santo.

La Virgen procesiona por las calles de Zamora. Emilio Fraile

La de ayer fue una jornada histórica para la cofradía: La Soledad “nunca había ido antes en procesión a la Catedral, ni permaneció dentro en ningún acto de culto”, explica el experto en la Semana Santa Luis Felipe Delgado. Bien es verdad que ha estado en la seo en tres ocasiones, una de ellas, añade, "expuesta en 1989 con motivo de la muestra organizada para conmemorar el centenario de su creador, el imaginero Ramón Álvarez”.