Una exhibición de auténtica película de acción fue la que protagonizaron los perros adiestrados por la Guardia Civil, que ayudan normalmente a los agentes a resolver más de un caso, en la comandancia de Zamora. Y como espectadores en primera fila estuvieron varios niños que, junto a sus familias, no se quisieron perder este auténtico espectáculo, organizado por la Asociación Corriendo con el Corazón por Hugo, para conmemorar el Día Mundial de las Enfermedades Raras con esta singular actividad.

Un niño se monta en la moto de la Guardia Civil. | Jose Luis Fernández

Acompañados por varios agentes, los perros demostraron a su público, entusiasmado, cómo eran capaces de encontrar pequeñas muestras de droga o explosivos, en lugares escondidos por todo el patio del cuartel zamorano. Los animales demostraron su buen olfato y entrenamiento para dar con el objeto requerido. Eran solo pequeñas pruebas de lo que es su día a día en el trabajo —tanto para perros como para estos agentes—, que fueron aplaudidas por los niños y sus familias.

Una de las pruebas ejecutadas por un perro adiestrado. | J. Luis Fernández

Además de esta exhibición del servicio cinológico, aprovechando el día sin colegio por las fiestas de Carnaval, los pequeños, algunos de ellos disfrazados para celebrar estas fiestas, también tuvieron la oportunidad de ver de cerca, e incluso montarse, en algunos de los vehículos de la comandancia, como coches de Tráfico o motos del Seprona, que habitualmente son “inalcanzables” para ellos.

El buen tiempo hizo que la actividad, en la que colaboró desinteresadamente la Guardia Civil de Zamora, fuera todo un éxito y una manera muy original de recordar a todas las personas que día a día luchan contra alguna enfermedad rara.

Los niños se acercan a acariciar a uno de los perros. JOSE LUIS FERNANDEZ

La Asociación Corriendo con el Corazón por Hugo, referente para la Federación Española de Enfermedades Raras por su gran labor en la provincia, estuvo también presente durante toda la jornada en la caseta municipal de Santa Clara, donde los voluntarios estuvieron dando información y vendiendo merchandising para recaudar fondos.

El último gesto para celebrar esta jornada —que se celebra anualmente el último día de febrero— fue la iluminación de varias fachadas de diferentes instituciones tanto en Zamora, como en Benavente, Toro y Puebla de Sanabria.