Una amplia panorámica del universo de las ballenas, en especial la forma que tienen de ver el mundo es lo que ofrece la exposición recién inaugurada en el Teatro Ramos Carrión que es, si, de fotografía científica, pero también de otros aspectos relacionados con los rorcuales, el segundo mamífero más grande del mundo. En la exposición "El ojo de la ballena" se pueden conocer muchas curiosidades de los cetáceos. Por ejemplo que para enfocar, la ballena desplaza el ojo hacia el exterior gracias a un tejido muy vacularizado situado detrás del globo ocular. Literalmente saca el ojo del párpado para ver mejor.

La zamorana Elena Vecino Cordero, catedrática de Biología Celular en la Universidad del País Vasco y lidera del grupo de investigación Oftalmo-Biología Experimental (GOBE), es la comisaria de la exposición y encargada de su presentación esta misma mañana en el Ramos Carrión, junto con el secretario de la Fundación Caja Rural, Feliciano Ferrero.

Una gran lona de 18 metros de largo por tres de alto con la imagen de la ballena que apareció varada en la playa de Sopelana en 2019 preside el espacio expositivo, junto con el sonido real del cetáceo, con el que se comunica en el mar.

La primera parte de la muestra cuenta, precisamente el hallazgo del impresionante ejemplar en la playa y cómo el equipo de Elena Vecino logró hacerse con el único ojo de la ballena para su estudio científico. Después, el mismo equipo conseguía otro ojo de un segundo rorcual varado en la playa de Serantes, en Tapia de Casariego, en Asturias. La investigación ha tenido una amplia repercusión en los medios, tanto los de información general como los científicos.

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Exposición "El ojo de la ballena" Ana R. Burrieza

Entre otras conclusiones los investigadores han descubierto que la retina de la ballena está rodeada por un tejido duro de cuatro centímetros de grosor, la esclera, que protege la retina de los cambios de presión. Los investigadores han descrito por primera vez en las ballenas las células melanopsínicas responsables del control de los ritmos circadianos de luz/oscuridad, lo que les permite saber en todo momento si es de día o de noche, a pesar de que ven en blanco y negro, no perciben los colores y tienen una visión con muy baja resolución.

Además las células que acompañan a las neuronas de la retina, llamadas guía a Müller, generan sustancias que ayudan a la regeneración de las neuronas de otros mamíferos.

La exposición tiene dibujos y maquetas en las que se ve la ballena, se puede comparar su tamaño con el de una persona, su ojo o incluso una de sus barbas, con las que filtran el alimento, bancos de krill. A su lado, los plásticos que tanto daño hacen a estos mamíferos, ya que los ingieren mezclados con su alimentación.

Y en la parte final de la exposición están colgados los cuadros que son a la vez obras de arte y fotografías científicas. Se basan en las imágenes del ojo de la ballena vistas al microscopio, que se han coloreado para que se puedan apreciar mejor las distintas partes que la componen. Como toda la muestra, están adaptadas a las personas invidentes o con deficiencias visuales.

La exposición de fotografía científica “El ojo de la ballena” estará abierta hasta el 15 de febrero de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.