Las ballenas ven en blanco y negro y con muy poca nitidez, no enfocan bien. Se valen de una especie de sonar para detectar los bancos de krill que les sirven de alimentación, abren la boca para filtralos...y se tragan los plásticos que los humanos arrojan al océano.

Es una de las enseñanzas que ofrece la exposición “El ojo de la ballena” que puede verse desde este viernes hasta el 15 de febrero de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 en la sala del Teatro Ramos Carrión.

“La idea de la exposición es explicar la ciencia a través del arte. Cómo ven las ballenas a través de unas fotografías científicas pero a la vez artísticas” cuenta Elena Vecino Cordero, una zamorana catedrática de Biología Celular e Histología que dirige el Grupo de Oftalmología Experimental de la Universidad del País Vasco, que fueron los encargados de analizar el único ojo de una ballena que apareció varada en la playa vizcaína de Sopelana en febrero de 2019.

“Ciencia y arte caminan juntos, no son caminos separados” defiende la investigadora, que pronunció este miércoles en el Colegio Universitario una conferencia sobre este aspecto en las Jornadas Infosalud de la Fundación Científica de Caja Rural, previa a la inauguración de la exposición mañana viernes.

Regeneración neuronal

El punto principal de la investigación del ojo de la ballena era puramente científica. “Llevo 30 años investigando ojos de todos los animales, incluidos peces y humanos, con técnicas de última tecnología. Pero había pocos estudios previos de animales de estas dimensiones”. De hecho la investigación ha dado lugar ya a tres artículos publicados en prestigiosas revistas científicas. Unos resultados que sirven para “ayudar a entender la regeneración del sistema nervioso”, las neuronas que intervienen en el proceso de la visión.

El estudio dio a conocer que las ballenas pese a que ven en blanco y negro y con muy poca nitidez, tienen desarrolladas las células que detectan la intensidad de la luz y gracias a ellos son capaces de distinguir si es de día o de noche.

Pero el resultado del trabajo científico dio para mucho más, ya que las fotografías realizadas tienen una alta calidad artística y el material, complementado con otros atractivos como el dibujo de la ballena en una lona a tamaño natural de 18 metros de largo y tres de alto que permite apreciar “la majestuosidad del animal” o el sonido que producen las ballenas permitió montar la exposición que ahora visita Zamora.

Desorientación

Un muestra que sirve para explicar cómo funciona la visión, en todos los seres vivos y en especial en las ballenas. Que sirve para comprender cómo viven los animales más grandes de la tierra. Por ejemplo, cómo les afectan los plásticos que ensucian los océanos. O cómo su sistema de orientación, basado en el sonido que producen ellas mismas, puede verse distorsionado por los ruidos que provocan los barcos o las plataformas petrolíferas; de ahí que aparezcan a veces ejemplares varados en las playas.

Las imágenes que integran la exposición están realizadas con distintos tipos de microscopios (de fluorescencia, electrónicos y de barrido) y llevan un texto explicativo que permite a los visitantes profundizar, hasta el nivel que deseen, en el conocimiento del ojo, sus enfermedades o simplemente disfrutar de la estética de las fotografías.

Vecino es especialista en glaucoma y otros problemas oculares que provocan la ceguera. De las 16 fotografías y vídeos obtenidas durante la investigación, las dos maquetas y el gran panel con la ballena impresa, la muestra se ha adaptado a las personas con dificultades de visión; para ello han impreso en relieve las imágenes y dispuesto paneles explicativos en Braille. “Conseguir adaptar estas imágenes es lo que más ha costado”, reconoce la organizadora de la exposición. Eso si, conviene que solo toquen estas imágenes las personas con problemas de visión y no todo el mundo para evitar contagios COVID.

Asimismo, la muestra se completa con un servicio de audioguía que explica cada imagen mediante la lectura de códigos QR, señalizados en textura para que puedan escanearlo y escuchar la explicación de cada foto”.

La muestra “se puede disfrutar distintos niveles: en su apartado artístico, disfrutando de los cuadros y de la estética; como mirando y tocando los relieves con zonas resaltadas de las imágenes, de manera que también las personas de baja visión puedan participar”.