Aunque la inminencia del derribo de la capilla ha vuelto a traer el asunto al primer plano de la actualidad, en un intento desesperado de los defensores del inmueble por preservar su integridad, lo cierto es que la reivindicación no es nueva, y nunca ha encontrado el respaldo de la Junta ni de los responsables del proyecto. Su principal argumento es, ciertamente, muy sólido: la capilla no es un edificio catalogado y por tanto se puede derribar, y el proyecto del nuevo Hospital Provincial requiere ese espacio. Esta falta de catalogación del edificio, que supondría un respaldo legal a los valores arquitectónicos que atesora, es también en principal talón de Aquiles de los que abogan por conservarlo. Desde que se conocieran los detalles del proyecto de la remodelación del antiguo Hospital de la Diputación se alzaron voces a favor de conservar la capilla. Entre otras, las de los concejales de Izquierda Unida o la de estudiosos como Rafael Ángel García Lozano, autor de detallados informes sobre el particular con datos concretos que avalan la toma en consideración de conservar la capilla. El último intento es la recogida de firmas para apoyar una petición "Dirigida a Junta de Castilla y León. No derriben la capilla del Hospital Provincial de Zamora". Su promotor es Guillermo Alonso Muriel , quien advierte que el derribo es inminente y sólo la presión popular puede evitar que el inmueble se venga abajo de un momento a otro por la acción de las excavadoras.