La antigua explotación ganadera de vacuno en el barrio de Carrascal, ubicada frente al consultorio médico y cerrada desde hace tiempo, ha puesto en alerta a los vecinos del barrio a raíz de una plaga de pulgas que ha afectado a gran parte de los vecinos, la mayoría de ellos niños, con numerosas picaduras de estos insectos.

"El foco ha sido la antigua vaquería que se trasladó hace tiempo al polígono ganadero. La vieja explotación se encuentra cerca de la propia sede de la asociación de vecinos y cerca de la plaza donde los niños juegan a menudo, por eso les ha afectado especialmente a ellos", explica la presidenta de la asociación de vecinos de Carrascal, Luisa Argüello, quien es también una de las vecinas afectadas por las picaduras de estos insectos que se alimentan de la sangre.

La denuncia de un vecino hizo que la pasada semana un equipo de Sanigest se acercara ya hasta la zona para fumigar los alrededores de esta antigua explotación, una labor que quizá no haya sido suficiente, puesto que las picaduras se siguen multiplicando entre los vecinos.

Por este motivo, una representación de la directiva de la asociación de vecinos solicitará hoy que se vuelvan a hacer trabajos de desinfección en el barrio. De hecho, una de las vecinas afectadas asegura que existe otro foco de plaga de pulgas cerca de una explotación de ovejas.

Desde la directiva, se ha solicitado de todos modos a los vecinos de Carrascal colaboración para encontrar posibles nuevos focos de esta plaga con el objetivo de solicitar nuevas intervenciones en el barrio "si fuera necesario para su total erradicación", apunta Argüello.

Durante el pasado mes de junio, el barrio de Carrascal también fue objeto de otra plaga de insectos, esta vez avispas, que afectó principalmente al parque infantil de La Gurrieta y que picó a varios usuarios. En esta ocasión, se trataba de una plaga que ya había atacado a los vecinos el pasado verano.