«Si una empresa fracasa, que no sea por falta de financiación». Es el deseo que ayer expresó el director general de Caja Rural, Cipriano García, en el discurso central del acto de la entrega de premios de la Fundación Científica, celebrado ayer en Ifeza. En un momento determinado de su parlamento, García arrinconó los papeles que tenía preparados y se sinceró con el auditorio, un millar de personas entre las que se encontraban representantes de la sociedad civil, política, social y económica de Zamora, además de las autoridades provinciales al completo y representantes de otras entidades, como la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Salamanca, María Ángeles Serrano y el presidente nacional y de Caja Rural de Salamanca, Ernesto Moronte.

Liberado de papeles, García retomó una de las ideas centrales de su discurso del pasado año, en la que exhortaba a los presentes a depositar su ahorros en la que se ha quedado como única caja provincial, ya que es la única que reinvierte aquí «el 97% de los recursos que captamos». Caja Rural, dijo, «está enraizada en la sociedad zamorana. Las dificultades que tienen ustedes son las que tenemos nosotros». Sin embargo, García ofreció la entidad como una de las piezas para lograr la salida de la crisis en Zamora: «Queremos ser el motor imprescindible para la recuperación». Constató que se están viendo signos de reflotamiento en algunas magnitudes de la macroeconomía, aunque «no llegan todavía a lo micro». Y se comprometió, como entidad financiera a «no dejar a nadie en la estacada. Que ninguna empresa de Zamora se caiga por falta de financiación». Además, el director general fue desgranando datos importantes para una entidad que calificó como «independiente y solvente. Hemos superado momentos difíciles sin ayudas de ningún tipo. Trabajando con lealtad por un modelo de entidad local, solidaria y fortalecida por la confianza y fidelidad de más de 40.000 socios. Nosotros no reclamamos nada a nadie. Formamos parte de un gran grupo de entidades locales que funciona, que da soluciones a su entorno y que para Zamora, para nosotros, es eficiente». Durante el año pasado invirtió en crédito nuevo 475 millones de euros. «Gracias a este gran equipo que formamos entre todos, podemos estar satisfechos de ser una de las entidades financieras más eficientes de España, superior a la media nacional del sistema financiero». Destacó asimismo la estructura de costes ajustada, el margen de explotación y los niveles de liquidez «que nos sitúan en un escenario con garantías de superar estos momentos de dudas e incertidumbres».

Antes, el presidente del Consejo Rector de Caja Rural, Manuel Ballesteros, había insistido también en su discurso en la idea de la vinculación de la entidad con la sociedad zamorana. «Esta caja que presido está a vuestro lado, compartimos presente y futuro, pero sobre todo estamos dispuestos y seguros de que juntos, todos, solventaremos los problemas del hoy y garantizaremos un mañana de prosperidad para esta tierra y nuestros hijos».

Por su parte, la alcaldesa de Zamora agradeció el acto de la entrega de premios como «un poco de optimismo en momentos socialmente complejos», y el compromiso de la entidad financiera «que ha sabido devolver a la sociedad lo que le da».

El momento más emotivo del discurso de Cipriano García fue, sin duda, la parte final, cuando comunicó el acuerdo del Consejo Rector de Caja Rural de nombrar al doctor José Miguel Diego director emérito de la Fundación. Ballesteros fue el encargado de entregar la placa al doctor Diego, director de la Fundación Científica desde 1997 y la persona que ha pilotado el proyecto hasta darle un prestigio social y científico ciertamente relevante. El doctor Diego sigue al frente de la entidad, si bien un problema de salud ocurrido en el último año aconseja regular su actividad con más calma. Su esposa, Conchita, recibió el aplauso de respetable.