Los padres y madres de los alumnos de los colegios de la capital amenazan con dejar a sus hijos en casa a partir del lunes si continúa la huelga de limpieza en los centros escolares. Las Asociaciones de Madres y Padres han iniciado medidas de presión para exigir una solución al conflicto colectivo que se alarga ya durante once días. Para ello, las familias han entregado cientos de firmas en el Ayuntamiento y se han concentrado en los patios de algunos colegios para urgir «una rápida solución del problema que puede afectar sanitariamente a los niños que acuden a los colegios si se alarga la situación en el tiempo», apuntan desde la Federación de Madres y Padres de Zamora. En este sentido, el colectivo insta al Ayuntamiento «a que medie en el conflicto», a la vez que se vuelcan con los padres y madres por ser «los verdaderos protagonistas, el mérito es de ellos, que se han movilizado para buscar una pronta solución en la limpieza de los centros de sus hijos», dice el manifiesto.

Una jornada más, las trabajadoras del servicio, que continúan «sin noticias» de la empresa adjudicataria, se concentraron ayer ante las puerta del Ayuntamiento para hacer pública su lucha. En esta ocasión, acudieron respaldadas por un grupo de padres. Entre ellos estaba la representante del AMPA de La Candelaria, María José González, quien denuncia que «una tercera parte del colegio está sin limpiar, pero la situación no es de ahora sino que viene desde el cambio de concesionaria al pasar de tres trabajadoras a dos y con reducción de horas». La representante denuncia que el colegio «está sin limpiar, sobre todo en Infantil», con niños de tres a cuatro años. El AMPA de La Candelaria ha apoyado «en todo momento a las trabajadoras puesto que el objetivo era el mismo: que ellas continuaran trabajando y tener unas condiciones de limpieza adecuadas en todo el colegio». No obstante, subrayan que «lo que no vamos a apoyar son actos vandálicos como los que se produjeron el martes, aunque entendemos que fueron acciones aisladas motivadas por la crispación y el malestar que esta situación está generando». En este sentido destacan por encima de todo que «los niños no son culpables y no deben pagar las consecuencias de los problemas de los mayores».

A pesar de que «es uno de los colegios que mejor están», la situación en el centro Juan XXIII también es delicada: «Hay basuras por todas partes, los baños están mal y hay suciedad», lamentan la presidenta y secretaria del AMPA, Concepción Martín y Silvia Caro. El hijo de ésta «es alérgico, asmático y tiene dermatitis, sufre y no le puedo bañar con agua caliente porque le escuece la piel y es un problema desencadenado por la falta de limpieza», achaca.

La indignación es similar en el Obispo Nieto, otro de los colegios que ayer tuvo representación en la concentración de las trabajadoras en la Plaza Mayor. Su secretaria, Menchu Ferrero, expone que «desde el viernes el patio era un basurero, aunque lo recogieron el pasado jueves». La situación se agrava en Infantil, «donde la moqueta de las clases está llena de tierra y hay polvo como si hubiera nevado». Ante esta situación, «barajamos cualquier medida de presión para que esto se solucione, desde encerrarnos hasta no llevar a clase a los niños, o incluso recoger la basura y traerla al Ayuntamiento». Tanto es así que «no permitiré que mi hija vaya a clase en estas condiciones, está con gastroenteritis y no sé si estará provocado por la falta de higiene».