«Vigilancia diaria» y «garantías» de velar por el cumplimiento «estricto» de los servicios mínimos. Son los dos mensajes lanzados ayer por el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, y la alcaldesa, Rosa Valdeón, tras las protestas de los padres por el estado de los colegios. El delegado confía en no tener que llegar a cerrar los centros e insiste en que «velaremos siempre por la seguridad de los más pequeños, que son lo más importante», apunta. La Villarina, Jacinto Benavente y la Hispanidad son, según Castro, los más resentidos por los efectos de la huelga.

Por su parte, Valdeón asegura que los servicios mínimos «son suficientes para una situación excepcional como ésta», de ahí que «actuaremos si no se cumplen», una situación que los técnicos están valorando.