Trece establecimientos hosteleros de la provincia han decidido unir fuerzas para hacer frente a la crisis económica mediante la creación de la Asociación Zamorana de Hoteles (Azahoteles), que apuesta por la deslocalización del turismo y la búsqueda de nuevos nichos de mercado como algunas de las estrategias para combatir el descenso de las pernoctaciones del sector.

«Los funcionarios pueden ser uno de los nichos de mercado con capacidad económica que no han sido infectados por la crisis», explica Oscar Alonso, gerente del Hotel Meliá Horus, integrado en la asociación. También considera que «los jubilados de 60 años pueden ser un segmento interesante». Estas son algunas de las medidas que se propone Azahoteles para aumentar las pernoctaciones del sector y desestacionalizar el turismo que llega a la provincia. «La Semana Santa es sólo tres días al año y tenemos que demostrar al visitante que no se va a aburrir y que no sólo va a ver iglesias», señala Agustín Lorenzo, del Hotel Convento, también socio de la nueva agrupación. En este sentido también subraya la importancia de aumentar la estancia media en Zamora durante la Semana Santa «porque la mayor parte de los turistas sólo se quedan los tres días principales y luego se desplazan a otros puntos de la región».

Azahoteles forma parte de CEOE-Cepyme y está compuesta por nueve establecimientos ubicados en la capital y otros cuatro en distintos puntos de la provincia que aglutinan el 90% de las habitaciones disponibles. La asociación, formada exclusivamente por hoteles, se suma a las otras dos asociaciones hosteleras existentes en la provincia: Azehos y Hostur. El presidente de Azahoteles, y director del hotel Rey Don Sancho, Fernando Calderón, aclara que «no excluimos a nadie sino todo lo contrario porque nuestro objetivo es aportar ideas y hacer cosas». Por su lado, el responsable del Hotel Sayagués, Manuel Colino, puntualiza que la creación de Azahoteles no supone la desaparición de Hostur, «a la que complementa», según asegura.

La nueva agrupación también critica la falta de aparcamientos con la que se encuentran los turistas, aunque también los estacionamientos y ubicación de contenedores junto a algunos monumentos.