El divulgador y doctor en Biología por la Universidad de Sevilla, Álvaro Bayón ha impartido una charla en Zamora dentro del ciclo Martes de Ciencia.
Pregunta: Usted ha hablado de las especies invasoras, pero ¿qué son?
Respuesta: Una especie es invasora cuando ha sido introducida por la mano humana, se ha expandido por el medio natural, se dispersa masivamente más allá del lugar donde ha sido introducida y empieza a colonizar nuevos territorios y causa impacto sobre el ecosistema y socioeconómico e incluso sobre nuestra salud. Cuando se habla de especies invasoras se habla del mapache, el tanuki, el cangrejo de río o el mejillón cebra. Todos animales, quedando las plantas en un segundo, tercer o cuarto plano. Yo veo a las plantas como esas invasoras silenciosas que crecen despacio y que no las vemos invadir.
–¿Por qué las califica como silenciosas?
–A un animal lo vemos, es ruidoso o nos molesta, sufrimos sus impactos en tiempo real. Los animales tienen ritmos rápidos como nosotros, pero las plantas tienen ritmos mucho más lentos que van con las estaciones e incluso con los años. Nosotros en nuestra rápida forma de vida no somos capaces de percibir hasta que ya es demasiado tarde.
–Las plantas introducidas en la agricultura ¿pueden llegar a ser invasoras?
–Las plantas cuando son introducidas por un agricultor necesitan de un cuidado constante y no son capaces de mantener en el medio natural por sí solas, por lo que es muy raro que suceda. Sí que aparecen especies invasoras entre la que se introducen con fines de madera como el eucalipto.
–¿Cuándo una especie introducida pasa a representar un peligro?
–Dependiendo del autor, pero normalmente se considera la tasa de expansión desde el lugar donde ha sido introducida. Cuando empieza a desplazar el ecosistema previo para instalarse, estamos ante una especie invasora.
Cuando empieza a desplazar el ecosistema previo para instalarse, estamos ante una especie invasora
–¿Qué plantas están poniendo en jaque el ecosistema autóctono en España?
–Tenemos bastante. En el catálogo español de especies exóticas invasoras encontramos un total de 65 especies de plantas, de ellas un 35% del total. De esas especies todavía hay ocho que siguen vendiéndose en viveros, como el ailanto o el árbol del cielo o bien la hierba de la Pampa. Estos nos los encontramos en parques y en jardines cuando teóricamente está prohibido venderlos, transportarlos y plantarlos, pero la gente lo sigue haciendo y las autoridades tampoco hacen mucho. Según el catálogo, son las administraciones las que tienen que ir retirando paulatinamente las especies invasoras de parques y jardines cuando ya están reguladas, pero prosiguen. El árbol del cielo en un estudio muy reciente se ha localizado en el 43,5% de los parques estudiados.
–No se retira por…
–No sé si es por ignorancia o porque el dinero se invierte en otras cuestiones. Hay que decir que se invierte mucho dinero contra las especies invasoras de una manera activa, es decir intentando controlar y reducir las poblaciones de invasoras. Más de 50 millones de euros se destinaron entre 1998 y 2007, quizá ahora no hay dinero para seguir. El caso constatable es que las especies siguen ahí.
–¿Qué plantas están causando ya problemas?
–La falsa acacia o la acacia mimosa, la bandera española, que es un arbusto que da unas flores de color amarillo y rojo, o bien el jacinto de agua que está causando verdaderos problemas en la cuenca del Guadiana o la hierba de la Pampa que aparece por cunetas y caminos de manera masiva o bien el estramonio, que es tóxico.
–¿Cómo se puede frenar su expansión?
–Cuanta más presentes están estas especies, más interés despiertan en la población y más demanda existe. Es un círculo vicioso. Ante eso se puede actuar reduciendo la presencia de esas especies eliminándolas de parques y jardines, eliminándolas de los viveros aplicando la legislación y haciendo cumplir códigos de buena conducta. También otra pata corresponde al papel del ciudadano, que sería identificar esas especies y evitar su compra para plantarlas en sus jardines o en sus macetas. El Ministerio de Transición Ecológica tiene un libro sobre plantas invasoras que puede descargarse gratuitamente y está accesible para todo el mundo, por lo que antes de comprar una planta o un árbol puede comprobarse si es invasora o no. Cuanto más conciencia social exista, una menor expansión se produce.
–¿Cómo puede aumentarse esa concienciación?
–Tiene que ser algo que tenga lugar a todos los niveles de la sociedad. A nivel escolar es muy necesario. Ahora se les enseña mucho sobre cambio climático, pero no se les habla de las especies invasoras. Cuando se habla de ellas en los medios de comunicación se refiere a los animales cuando la planta va envenenando lentamente.
–La llegada de nuevas especies ¿afecta al cambio climático?
–Se produce una interacción dual, pero ahora se sabe que las especies invasoras son el primer motor de pérdida de biodiversidad del mundo. Las especies invasoras son la primera causa por delante del cambio climático y de la contaminación o de la deforestación.
Hay algunas especies de plantas que pueden intoxicar el suelo a través de sus raíces o de las hojas que se caen y que impiden que otros cultivos crezcan
–El impacto sobre la agricultura...
–Puede ser muy devastador. Hay algunas especies de plantas que pueden intoxicar el suelo a través de sus raíces o de las hojas que se caen y que impiden que otros cultivos crezcan.
–Y ¿qué cultivos están viéndose afectados?
–El cultivo del cereal se puede ver afectado por el estramonio o el cultivo de uva puede verse afectado por hongos invasores o con las palmeras. También algunas afectan a las ganaderías y también hay especies que afectan a la salud humana directamente.
Hay 31 especies invasoras o potencialmente invasoras que hay en parques y jardines que afectan a la salud
–¿Cuáles son?
–Son 31 especies invasoras o potencialmente invasoras que hay en parques y jardines que afectan a la salud porque tienen espolones que pueden causar abrasiones y, sobre todo, por su polen que, dado que es nuevo y no estamos acostumbrados, sensibiliza a nuevas personas que no son alérgicas. Como ejemplo, el árbol del cielo que afecta a nuestra salud y también a nivel económico en varios niveles porque intoxica el suelo, es extraordinariamente fuerte y sus raíces pueden derribar muros. Además, su flor gusta mucho a las abejas, pero genera una miel desagradable al gusto, lo que hace que la miel pierda calidad y hasta haya que finalmente tirarla.
–¿Esta planta mata a las abejas?
–No, pero sí hay otras que les pueden resultar tóxicas si las intentan polinizar. Un ejemplar adulto de árbol de cielo puede producir hasta 500.000 semillas al año. Tienen forma de pluma, por lo que pueden recorrer hasta un kilómetro de distancia.
–¿Se pueden prevenir las especies invasoras?
–No es fácil. Hay tres factores que intervienen en una invasión biológica. Por un lado, las características de la planta, si libera muchas semillas o crece muy rápido; las características del medio ambiente donde crece. Si a una planta le gusta mucho el agua puede ser potencialmente invasora en Bilbao, pero no en la provincia de Almería. Si le gusta mucho el sol se podrá las botas en la zona del sur de España. Y la sociedad puede actuar si no libera ejemplares. Cuantas más plantas se liberan más posibilidades hay de que se vuelva una invasora.
