El Ayuntamiento de Zamora se ha propuesto "limpiar" la ciudad de pintadas, uno de los grandes problemas estéticos de la capital. Los empleados del Ayuntamiento recorren las calles karcher en mano para dejar las fachadas y monumentos libres de cualquier grafiti.

Si bien es cierto que el problema de las pintadas en la ciudad va remitiendo gracias a varias medidas, como la vigilancia policial, la acción del personal de Infraestructuras que tapa las pintadas rápidamente sobre todo en zonas del Casco Histórico (retirarlas de los monumentos es más complicado porque requiere un procedimiento previo) y a la colaboración ciudadana.