El de este sábado no era, sin duda, un mitin más para el candidato socialista a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. El ex ministro del Interior ha acudido a San Sebastián, en el primer acto de los socialistas vascos tras el comunicado de ETA, y la emoción se ha hecho evidente en cada gesto y en cada abrazo. Tanto que no ha podido evitar las lágrimas. Antes de llegar al escenario y abrazarse con el lehendakari, Rubalcaba ha besado a las viudas de varios dirigentes asesinados por ETA. Entre ellas, Marian Romero, esposa de Isaías Carrasco, asesinado en 2008, pocos días antes de las elecciones, y Bárbara Durkhop, esposa del senador Enrique Casas, asesinado en 1984. Rubalcaba ha admitido que "lo hemos pasado muy mal", pero también que el de hoy es "uno de los momentos más emocionantes de mi vida".