Los empleados de la fábrica del grupo Cerealto Siro Foods en Toro regresan este sábado a sus puestos de trabajo en las líneas de producción, cadena de suministros y mantenimiento, después de aceptar la última propuesta laboral realizada por la compañía y desconvocar la huelga general que iniciaron el pasado lunes.
El comité de empresa ha firmado el acuerdo alcanzado con el grupo en la maratoniana reunión celebrada el pasado martes, con la mediación del Serla (Servicio Regional de Relaciones Laborales), y después de someterlo a la aprobación de los trabajadores en varias asambleas informativas celebradas el jueves.
La rúbrica del acuerdo ha permitido desconvocar la huelga general y la reincorporación de los trabajadores a sus puestos desde el primer turno de trabajo de este sábado, lo que permitirá a la fábrica toresana retomar la actividad, que permanecía paralizada desde el pasado lunes, después de que la práctica totalidad de la plantilla de tres áreas, integrada por unos 300 empleados, secundara el paro total.
La presidenta del comité de empresa de la factoría, María José de la Iglesia, reconoció que, aunque la plantilla demandaba a la compañía que garantizara “estabilidad” laboral para los dos próximos años, por la actual situación económica de Ceralto Siro Foods y la anunciada entrada como socio mayoritario de los fondos de inversión Afendis y Davidson Kempner, no ha sido posible lograr un acuerdo a largo plazo.
La última propuesta laboral aceptada por la plantilla y ratificada por el comité de empresa y la compañía se basa en la aprobación de un convenio para los años 2020 y 2021, que incluye un incremento salarial del 1,2% para cada ejercicio.
En este punto, De la Iglesia aseguró que del convenio aprobado para los dos últimos ejercicios “tan solo se tocan las tablas salariales” y, por tanto, otros derechos laborales relacionados con la antigüedad o con complementos no sufrirán ninguna alteración.
La nueva “tabla salarial” comenzará a aplicarse en la nómina de este mes y, en cuanto a los atrasos que pertenecen a los trabajadores, la compañía se ha comprometido a abonarlos en varios pagos.
Además, el acuerdo firmado entre ambas partes, incluye la readmisión de los diez trabajadores de la fábrica de Cerealto Siro Foods en Toro que fueron despedidos a primeros de marzo, siempre y cuando quieran reincorporarse a sus puestos.
La presidenta del comité de empresa también confirmó la “retirada” del plan de viabilidad que la compañía pretendía imponer en todas sus fábricas de Castilla y León, pretensión que, en parte motivó la convocatoria de la huelga general de la plantilla en Toro.
A partir de ahora, el comité de empresa y el grupo deberán negociar el nuevo convenio del año 2022 en un ambiente de “incertidumbre total” ante la entrada de los fondos de inversión en el accionariado de Cerealto Siro Foods porque, como apuntó De la Iglesia, “en estos momentos no es posible garantizar el empleo”.
El comité de empresa agradeció a los empleados de la planta, tanto eventuales como fijos, su implicación a la hora de “luchar por nuestros derechos y, de esta forma, conseguir los objetivos marcados inicialmente”, lo que demuestra que “la unión hace la fuerza”.
Del mismo modo, reconoció el apoyo de los medios de comunicación, de administraciones, sindicatos y partidos políticos, así como de los ciudadanos.
Por último, los representantes de los trabajadores aseguraron que “vamos a ser firmes en todo lo que afecte a nuestros derechos y la defensa de nuestros compañeros”, a la vez que anunciaron que “no dudaremos a la hora tomar las decisiones que sean necesarias para defender nuestros intereses”.
