El comité de empresa de la fábrica de Cerealto Siro Foods ha denunciado que el grupo ha trasladado a su planta de Portugal la producción de cinco “referencias” que se elaboraban en Toro.

El comité de empresa de la planta toresana enmarca la medida en una “represalia”, después de que los trabajadores hayan decidido en asamblea no negociar un nuevo plan de viabilidad, que supondría la rebaja de salarios y la pérdida de derechos.

Para el comité de empresa otra consecuencia de la negativa a negociar la propuesta de la compañía es el despido, el pasado miércoles, de diez trabajadores de la factoría de Toro, extinción de contratos que condenará en una nueva concentración convocada para el lunes y que se desarrollará, desde las 13.00 hasta las 15.00 horas, en las puertas de la planta.

Miembros del comité de empresa de la fábrica de Siro en Toro en la rueda de prensa ofrecida ayer. Ana Burrieza

La presidenta del comité de empresa, María José de la Iglesia, repasó el origen del conflicto laboral y que ha propiciado el traslado de parte de la producción de Toro a Portugal y una decena de despidos.

En este sentido, precisó que el pasado mes de octubre, la compañía presentó un plan de viabilidad, que fue rechazado por los representantes de los trabajadores de todas las fábricas.

En una reunión posterior celebrada en enero y con la mediación del Serla, ambas partes acordaron crear una mesa de diálogo, aunque los comités de empresa establecieron unas condiciones para retomar la negociación, tales como un plan de mantenimiento del empleo, el cierre de los convenios pendientes de 2020 y 2021, información sobre los posibles inversores y un plan industrial para cada factoría.

¿Y el plan de viabilidad?

Tras varias reuniones, la empresa presentó un nuevo plan de viabilidad al que, según De la Iglesia, “cambian la forma, pero no el fondo”, ya que la propuesta se basa en la reducción de salarios y la pérdida de derechos de los trabajadores, así como un plan de mantenimiento del empleo “sin ninguna garantía” y “el cierre de los convenios vinculados a lo que se acuerde en la mesa de negociación”.

Ante el nuevo escenario, en una asamblea los empleados votaron en contra de seguir negociando y respaldaron al comité de empresa de la fábrica de Toro para que abandonara la mesa de diálogo.

La decisión de no participar en la negociación del plan de viabilidad desembocó, el pasado miércoles, en el despido de una decena de trabajadores que, el comité de empresa, calificó de “represalia”, ya que para cubrir los puestos vacantes el grupo ha contratado a otros operarios.

Para justificar los despidos, la compañía ha alegado “causas organizativas, económicas y de producción” que, ahora, deberá demostrar.

A petición del comité de empresa, el próximo lunes se celebrará una nueva reunión para negociar los convenios de 2020 y 2021 y, ese mismo día, los trabajadores se concentrarán en las puertas de la planta para apoyar a los compañeros despedidos.

No descarta el comité de empresa que se produzcan más despidos, aunque también baraja adoptar nuevas medidas como una huelga, ante lo que define como “una dictadura pura y dura”.