A Zamora le va la marcha: ensayos de las bandas de música para las procesiones de Semana Santa

Cientos de zamoranos se implican como músicos en las procesiones: desde instrumentistas a cornetas, clarines, tambores y redoblantes

Ensayo de la Banda de Música de Zamora

Ensayo de la Banda de Música de Zamora / JOSE LUIS FERNANDEZ

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La Banda de Música de Zamora ensayaba una salida en procesión en la Plaza de la Catedral: cómo llevar el paso, atender a las indicaciones del director en situaciones reales donde el ruido ambiental puede ser importante o la preparación de la pieza de La Alborada que se interpreta junto a Luis Antonio Pedraza, con su flauta y tamboril, en la Plaza Mayor.

A pocos metros, en los jardines del Castillo una formación más modesta y anónima la Banda de Tambores de la apertura de la procesión del Santo Entierro ensayaba también un desfile real.

Ensayos de la Banda de Música de Zamora en la Catedral

En los dos casos llama positivamente la atención la mezcla casi perfecta de infancia y veteranía, con un mayor "agujero" en las edades juveniles, cuando los zamoranos marchan a la diáspora para estudiar y trabajar y tienen difícil volver.

Como ellos, cientos de zamoranos se implican cada año en las bandas de música, bandas de cornetas y tambores, grupos de clarines, merlús, bombardinos, cuartetos de viento y formaciones de percusión que sirven para atender todas las necesidades de la Pasión, desde el realce de las procesiones mayores a los traslados de mesas que siempre requieren de percusión para marcar el paso.

El grupo de tambores del Santo Entierro se formó tras la desaparición de la Banda de la Cruz Roja y el desacuerdo con su sucesora, la Banda de Cornetas y Tambores Ciudad de Zamora. La tele iba a retransmitir la procesión, lo que aconsejó poner unos tambores al inicio para que no quedara desangelado.

La Banda de Tambores ensaya la apertura de la procesión del Santo Entierro

Era 1988 y desde entonces el grupo, que fue creciendo de cinco a diez componentes y luego hasta los 25 actuales, abre la procesión, justo detrás de los caballos. Carlos Benito lleva 26 años en la Banda y 21 dirigiéndola. "Antes ensayábamos en Valorio, pero se perdía mucho el sonido, y preferimos el Castillo". Son 25 músicos en total, 24 tambores más de redoblante. Además de la procesión "acudimos a cualquier acto que nos convoque la directiva, como el traslado de algún paso".

Miguel, de 7 años es el más pequeño y Manuel de 60 el mayor. "Desgraciadamente hay 9 componentes que viven fuera". Aunque no hacen falta muchos ensayos, "con saber la marcha lenta es suficiente". Eso sí, con el tiempo "hemos mejorado. Tenemos buen material y gracias a los apagadores situados en los parches de los tambores conseguimos un sonido más adecuado, más lúgubre".

La Banda de Música de Zamora, por su parte, moviliza a entre 80 y 90 músicos en ocho procesiones de Semana Santa, desde el Domingo de Ramos al de Resurrección. Su director, Manuel Alejandro López explica que "lleva consigo mucho esfuerzo y sacrificio, no sólo lo que se ve en la calle, sino todo el trabajo previo", pero aún así "la Semana Santa es esperada por todos".

No se pronuncia sobre la mejor procesión porque "todas tienen su momento, esa cosa especial que tiene la Semana Santa difícil de explicar, pero que cuando vas con la banda te pone los pelos de punta". Y sí se moja con respecto a la mejor marcha procesional: "Para mi gusto, Getsemaní, por los altibajos emocionales a lo largo de la pieza". Para la gente, sin duda "Mater mea" y "Thalberg". El director está contento con la entrada de niños, que haya personas "con la vida hecha" que sigan tocando y de la vuelta de algunos jóvenes que vuelven a Zamora con trabajo y no se olvidan de su banda.

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