Opinión | Editorial

El reto de afinar el desajuste entre la demanda y la oferta laboral

Los cauces habilitados por las distintas administraciones se antojan en ocasiones insuficientes

Jornada "La Zamora que funciona" con empresas y estudiantes

Jornada "La Zamora que funciona" con empresas y estudiantes

Con las manifestaciones aún recientes del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, el clamor de Zamora es unánime al exigir a las distintas administraciones una discriminación positiva con la que poder hacer frente a la sangría de jóvenes que abandonan su provincia para buscar un futuro en otros puntos del país. Los denominados sindicatos de clase están en horas bajas, ya sin la fuerza que exhibían en los ochenta y noventa, como cuando el 14 de diciembre de 1988 ocho millones de trabajadores secundaron una huelga general que paralizó el país. De aquellos mimbres beben ahora las organizaciones sociales que se han convertido en la punta de lanza de la Zamora más reivindicativa, desde las que reclaman una sanidad digna hasta las que recogen la bandera del pleno empleo para los más jóvenes, la reducción de la jornada laboral y el cerrojazo definitivo a una brecha de género que debería ser ya parte del pasado.

El envejecimiento de la población, el éxodo de la juventud y las jubilaciones de la generación "baby boom" están haciendo mella en el tejido productivo de la provincia de Zamora, que necesita incorporar trabajadores para mantener el cada vez mayor y más especializado nivel de actividad de sus empresas. El territorio se ha estabilizado en torno a los 9.000 desempleados, una cifra de consideración teniendo en cuenta las necesidades de mano de obra de las industrias y los servicios públicos que se reparten por sus municipios. El problema es común en toda Castilla y León, que ve cómo cada año abandonan las nueve provincias 1.700 jóvenes en busca de un porvenir. Y lo hacen, a menudo, sin haber explorado todas las oportunidades que sí existen dentro de la provincia y de la región, y que resultan desconocidas.

La comunicación es crucial para combatir el desempleo, máxime en zonas despobladas que pocas veces aparecen en el horizonte de emprendedores más allá de los límites provinciales

Es acuciante encontrar nuevos puntos de encuentro entre las empresas que demandan personal y los ciudadanos en búsqueda de trabajo. La necesidad existe y así quedó patente en el evento "La Zamora que funciona", organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA con estudiantes de Bachillerato y formación superior –además de público en general– que ya barruntan opciones para desarrollar su carrera cerca de casa, y representantes de firmas de primer nivel en Zamora que apuestan por esta tierra y se desarrollan bajo la batuta de las nuevas tecnologías, fortaleciendo su posición tanto a nivel nacional como internacional. En el foro, desarrollado en el Campus Viriato, los alumnos conocieron de primera mano los perfiles que demandan en estos momentos firmas punteras en la provincia, algunos de ellos sin que exista una correlación directa con la titulación académica. Muchos de ellos se enteraron en ese momento de que sí es posible encontrar un puesto de trabajo en tu ciudad o provincia, en contra de ese estado generalizado de opinión que condena a los estudiantes a pensar en salir fuera. "La Zamora que funciona", una iniciativa que el periódico mantendrá en sucesivas ediciones, es un altavoz más que se suma a una visibilidad que hay que incrementar para que ninguna necesidad laboral quede sin cubrir por falta de información al potencial empleado, en ocasiones por el simple hecho de que no le ha llegado o no ha sabido encontrarla.

Ese nexo de unión de intereses es extrapolable a personas de cualquier parte del país o del mundo dispuestas a asentarse con su familia en el mundo rural para hacerse cargo del bar del pueblo o a emprender tras el mostrador de los negocios, muchos de ellos centenarios, que echan el cierre en Zamora por falta de relevo generacional. La comunicación es crucial para combatir el desempleo, máxime en zonas despobladas que pocas veces aparecen en el horizonte de emprendedores más allá de los límites provinciales. Los cauces habilitados por las distintas administraciones se antojan en ocasiones insuficientes en territorios como Zamora, donde es necesario redoblar esfuerzos para retener ese talento joven y mitigar así la pérdida de población activa a medida que se acerca la edad de jubilación. Las oportunidades tienen que llegar también a los pequeños pueblos zamoranos, donde puede residir el candidato perfecto para un determinado puesto de trabajo, sobre todo ahora que los posibles empleadores ponen el foco en las capacidades individuales más allá del expediente académico, en lo que puede distinguir a un joven que acaba de finalizar sus estudios del resto de compañeros de promoción.

Avanzar y perfeccionar los canales de comunicación entre los sectores productivos, los recién licenciados y aquellos que engrosan las listas del paro es una tarea atractiva si se comparte desde todos los ámbitos, porque de su resultado depende en buena parte el futuro de la provincia.