Opinión

Acciones urgentes y coordinadas para que LatemAluminium recupere su actividad

De por sí, esto supone una pérdida momentánea de generación de riqueza para Benavente y su comarca

Visita institucional a la nave en construcción de LatemAluminium en Villabrázaro.

Visita institucional a la nave en construcción de LatemAluminium en Villabrázaro. / L. O. Z.

La decisión del consejo de administración de LatemAluminium de aplicar un expediente temporal de regulación de empleo a los 12 empleados de la plantilla y de paralizar totalmente la actividad, situación que se extiende también a los más de 60 operarios responsables del montaje de equipos, es una noticia inquietante para la comarca de Benavente. La empresa asegura que toma esta decisión ante la demora en la llegada de la ampliación de la financiación prevista a través de los Fondos de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP), promovidos por el Ministerio de Industria y Turismo y gestionados por la empresa pública Sepides, aunque señala también que ha abierto negociaciones con otros fondos para dar una solución de continuidad en el plazo de un mes.

El grupo empresarial SEPI Desarrollo Empresarial, S.A. creó el fondo de apoyo a la inversión con la finalidad de prestar ayuda financiera retornable para promover inversiones de carácter industrial que contribuyan a favorecer el desarrollo, la competitividad y las capacidades industriales del sector en todo el país y lo ha dotado con 2.400 millones de euros. Este montante respalda a sociedades mercantiles privadas y cooperativas que desarrollan o vayan a desarrollar una actividad industrial productiva y de servicios industriales, con independencia del tamaño, apoyando actuaciones orientadas a la sostenibilidad ambiental. Hasta la fecha se han aprobado con cargo al FAIIP 82 proyectos con subvenciones concedidas por valor de 870,6 millones de euros para una inversión total de 1.850 millones y la creación de 3.554 empleos en todo el país. Tras conocerse la postura de la factoría en Villabrázaro, desde Sepides han asegurado que el Ministerio de Industria "está siempre abierto al diálogo y la negociación con las empresas en la búsqueda de soluciones que faciliten la ejecución de los proyectos de inversión y garanticen el empleo". Además, subrayan sus representantes, a LatemAluminium se le concedió en marzo de 2022 financiación por 59,4 millones de euros del Fondo FAIIP, y recientemente la ampliación del plazo de ejecución del proyecto hasta finales de 2024.

LatemAluminium tenía previsto completar la primera fase el próximo mes de agosto. La gran nave, en la que se estaban montando ya los bienes de equipo, se ha visto repentinamente paralizada, retrasando la buena marcha de un proyecto que se diseñó e inició antes de la pandemia y que hasta la fecha había ido completando con éxito las etapas previstas. De entrada, la paralización suspende el valor añadido que la construcción estaba aportando a la comarca benaventana y que se traducía en contratos con empresas proveedoras de la zona, además de arrendamiento de inmuebles y el consumo asociado por los trabajadores foráneos venidos de otros puntos del país. De por sí, esto supone una pérdida momentánea de generación de riqueza para Benavente y su comarca. En segundo lugar, y al margen de las cifras de inversión y de empleo (500 puestos de trabajo directos, o incluso más si cumplen todas las expectativas), la fábrica ha generado una esperanzadora expectativa frente a la despoblación y el envejecimiento de un territorio que no tiene otras compensaciones ni vías de desarrollo industrial inmediatas como la presente.

La planta convertirá lingotes de aluminio en láminas y en bobinas, y también en aluminio líquido para suministrar a la construcción, el sector de alimentación y, además, al sector automovilístico. Este último es el objetivo principal y uno de los clientes potenciales del proyecto a largo plazo. La previsión de que los coches eléctricos que se produzcan en el futuro tendrán que ser más livianos y usarán aluminio sustenta en parte la actuación y su inversión millonaria. La fábrica de laminado podrá producir hasta 36.000 toneladas al año de aluminio con una facturación que podría superar con creces los 150 millones de euros. En una segunda fase se contempla la construcción de una línea de acabado, pintura y producción de paneles centrada en productos planos terminados. Con una inversión de 30 millones de euros, generaría del orden de 30 puestos de trabajo directos, 59 inducidos y tendría una capacidad productiva de 24.000 toneladas anuales, con una facturación estimada de 27 millones de euros.

Otro aspecto importante de esta iniciativa tiene que ver con el desarrollo del polígono industrial La Marina de Villabrázaro-San Román del Valle. De ser un polígono terminado y casi desmantelado por el vandalismo (los pequeños transformadores fueron asaltados en varias ocasiones por el cobre) ha pasado, tras el desembarco de la maderera Losan y, fundamentalmente de LatemAluminium, a revitalizarse por completo. De hecho, la firma ha adquirido prácticamente todo el suelo para este ambicioso proyecto.

Ni el Gobierno de España ni la Junta de Castilla y León han dejado de apoyar con fondos públicos esta iniciativa, que ahora entra en un compás de espera preocupante. Sepides debe resolver cuanto antes, y al margen de los plazos establecidos previamente, ese compromiso de apoyo con el FAIIP del que habla la empresa. En juego está, en gran medida, el futuro de una comarca que había encontrado en este proyecto un motivo tangible de esperanza.