Opinión | CuZeando en la Ciencia

Terror Zamoranorum: Lluvia en Semana Santa

En una ciudad como Zamora de gran sentimiento cofrade, nos causa un gran pesar

Lluvia en la Semana Santa de Zamora.

Lluvia en la Semana Santa de Zamora. / Miguel Ángel Lorenzo

La lluvia es uno de los fenómenos meteorológicos más fascinantes. A lo largo de la historia, se ha asociado con diversos eventos, mitos y creencias. Una de las conexiones aparentemente más notables es su presencia durante la Semana Santa. Hecho que, en una ciudad como Zamora de gran sentimiento cofrade, nos causa un gran pesar. Pero, ¿por qué llueve durante este período tan significativo?

Recientemente, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha publicado un estudio llamado Apuntes Climatológicos para la Semana Santa de 2024 que recoge los datos comprendidos entre los días 24 de marzo y 1 de abril desde el año 1981. Una de las conclusiones del informe es que en Semana Santa "las precipitaciones son frecuentes". Para ello se sirven de los registros de lluvias en esta semana en más de 50 ciudades de España y los días que ha llovido en estos más de 40 años. De acuerdo con las estadísticas, en Zamora, al menos un día, ha llovido el 77% de los años registrados.

En el I Concilio de Nicea, en el año 325 d.C, se decidió que la Pascua de la Resurrección caería el domingo posterior al de la primera luna llena después del equinoccio de primavera. El equinoccio de primavera marca el inicio de la estación en el hemisferio norte y se produce cuando el Sol cruza el ecuador celeste, situándose directamente sobre la línea del Ecuador terrestre. Este evento, que ocurre alrededor del 20 o 21 de marzo, tiene importantes implicaciones climáticas debido a los cambios en la distribución de la radiación solar.

Durante el equinoccio de primavera, los rayos solares inciden de manera más directa sobre el hemisferio norte, lo que provoca un aumento gradual de las temperaturas en esta región. Este calentamiento desigual entre el hemisferio norte y el hemisferio sur, junto con otros factores atmosféricos, desencadena una serie de procesos que pueden conducir a la formación de sistemas meteorológicos complejos, incluyendo la lluvia.

En el caso específico de Zamora, la combinación del equinoccio de primavera con las condiciones climáticas locales puede explicar la frecuencia de la lluvia durante la Semana Santa. Durante la primavera, las temperaturas comienzan a aumentar en toda la región, lo que crea un contraste térmico entre el aire caliente y el aire frío. Este contraste puede generar inestabilidad atmosférica y favorecer la formación de nubes de desarrollo vertical, precursoras de la lluvia. Otro factor a considerar es la presencia de sistemas meteorológicos de gran escala, como las borrascas atlánticas, que son comunes durante la primavera. Estas borrascas, asociadas con áreas de baja presión atmosférica y fuertes vientos, pueden traer consigo lluvias intensas y persistentes.

La coincidencia temporal entre la Semana Santa y el equinoccio de primavera, junto con las condiciones climáticas de la región, crea un escenario propicio para las precipitaciones durante este período. Si bien es cierto que la lluvia puede añadir un elemento adicional de solemnidad y reflexión a las celebraciones, también nos apena pues en muchos casos conlleva la suspensión de los desfiles procesionales que convierten nuestras calles, impregnadas del aroma a incienso, en un escenario de arte al paso de cada una de las imágenes.

Profesor de Física y Analista de Datos