Zamoreando

España líder en paro

Hemos perdido la vieja costumbre de luchar por ser los mejores, por ser un país puntero

PARRILLA DE CARNE.

PARRILLA DE CARNE.

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Sin por ello perder la esperanza de empezar a recuperar espacios perdidos, me da mucho coraje, frente a tanto canto de sirena gubernamental, que España se haya situado como el país con mayor desempleo en 2023, de entre todos los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE, donde "militan" los países más desarrollados del mundo. Esta posición no es nueva, España la ocupa desde febrero de 2022. A pesar de haber descendido una décima porcentual, registró una tasa de paro del 11,7% al cierre del pasado año, por lo que vuelve a ser la más alta de las 38 economías que componen la organización.

No entiendo por qué todo el santo día, como si fuera un mantra, nos están repitiendo que España va bien, que todo funciona de maravilla y que el paro cae, para darnos de bruces con la realidad que, en lo tocante a España, siempre es cruel. Porque una cosa es lo que nos dicen y cuentan como si fuéramos niños inapetentes a la hora de comer, es decir, nos cuentan cuentos, y otra muy distinta la percepción que fuera se tiene de España y la realidad que siempre es tozuda y se empeña en desbaratar los cantos de sirena a los que no nos acostumbramos, sobre todo cuando visitamos el supermercado.

Los alimentos siguen subiendo, la luz está cara de narices, el comercio no vende todo lo que quisiera o necesita, las economías familiares se tornan a pasos agigantados débiles, muy débiles, y así sucesivamente. No estamos pasando por un buen momento. Ni política, ni económicamente. Y no hablo de la Sanidad y la Educación ante los hechos que un día sí y otro también nos revelan las informaciones. Niños que apalean a otros niños durante el recreo o a la salida de clase. Adolescentes que fuman, beben, consumen pornografía de alto voltaje y menudencias así por el estilo, y un suma y sigue constante que a todos debe preocuparnos.

Y ya que de jóvenes hablamos, con respecto al paro juvenil, son diez los países de la OCDE donde esta tasa sobrepasó un porcentaje del 20%. ¿Quién dirá usted que encabeza la lista con una tasa de paro juvenil del 28,6%, la más alta registrada?, no hace falta ser muy listo, la encabeza España. Con una particularidad, sigue incrementándose respecto a los datos conocidos del mes de octubre del pasado año, cuando se situó en un 28%. A España le siguen otros países como Colombia, Portugal o Suecia. Mira, un país escandinavo también en el punto de mira. Ni ejemplos, ni referencias, ni referentes podemos tener ya.

Y mientras nos lamemos nuestras heridas que son muchas, en contraposición, países como Israel, Letonia, Polonia y Eslovenia registraron su mínimo anual histórico. Son los nuevos paraísos para la oportunidad laboral. Países que miramos por encima del hombro y sin embargo nos dan lecciones y no sólo en lo tocante a la tasa del paro. España está en la obligación de dejar de liderar todas las lacras que afectan a los distintos países, pertenezcan a la OCDE o no. Hemos perdido la vieja costumbre de luchar por ser los mejores, por ser un país puntero, perdidos como estamos en amnistías sospechosas, en indultos improcedentes, en gobernar a toda costa, aun con la mitad o más de la población española en contra y soportando sucesos como el de Barbate que deja con el culo al aire a un ministerio, a un ministro y a todo el Gobierno de España en su totalidad.

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